Vivace

Vivace es de esas panaderías donde, cuando entrás, querés comprar y comer todo. Y cuando digo todo es todo todo. Medialunas, scones, lengüitas de gato, tortas, alfajores, boios, knishes, panes integrales y panes comunes, coquitos. Si es para engordar, lo que quieran. Las medialunas de manteca entran en el top 3 de las mejores medialunas de manteca de Buenos Aires. Y no exagero.
Vivace es una panadería con un local al que le sobra espacio y lo aprovechan poniendo algunas mesas en el salón. Cuando hacen eso, deciden no solo vender panes & co., amplían el menú y ofrecen platos elaborados [pasta, carne, pollo, pescado, ensaladas]. Tanto la panadería como el resto de la comida es intachable. Realmente riquísima. Se especializan en comida judía, ofreciendo menúes preparados para pesaj y fechas similares y, sé por fuente confiable, que el jrein, falafel y todo lo que sigue es, también, de calidad.
Pero. Todo tiene un pero y Vivace, muy a mi pesar, también lo tiene. Hace un par de años Vivace cambió de firma y la calidad decayó. Los productos siguen siendo de primerísima calidad, pero la atención en salón se hizo más lenta y menos gentil, los dueños ya no atienden la caja –que lo hicieran daba una simpática sensación de hospitalidad y calidez-​, la medialuna de manteca se hizo medio masacote y la ambientación mutó a colectivo tuneado con luces tenues, rojas y azules. Eso no quita la recomendación, pero antes era fundamentalista y ahora … ya no más. Igual, si fueron a dar una vuelta por los Lagos de Palermo, volver y recuperar las calorías que perdieron con un tostado, es una buena decisión.