Conocí este lugar porque con unas amigas buscabamos pasar un día fuera de la ciudad para descansar. La verdad es que lo elegimos por el precio y fue una suerte porque fue realmente una experiencia excelente. El día de campo consiste en pasar todo el día desde las 11 hasta las 19.30 hs. En particular El Cencerro queda a 70 km de la ciudad de Buenos Aires, pero el acceso es muy fácil y rápido. Nosotras llegamos a eso de las 10.30hs y nos mostraron el living de la casa(justo nos tocó un dia fresco) para poder estar o bien el inmenso parque con reposeras. No había mucha gente y estaba muy bueno porque nos sentimos como si la casa fuera nuestra, ya que disponíamos del living y del parque con pileta a nuestro antojo. A eso de la una nos trajeron unas batatas fritas(riquísimas) y luego unas empanadas fritas espectaculares(que podías repetir). Como el día estaba fresco comimos adentro compartiendo la mesa con los otros huespedes y los dueños. El almuerzo consistió en asado donde al principio trajeron morcilla, chorizo y chinchulines(muy abundante) y luego llego la carne. Todo esto acompañado con ensaladas. Si sos vegetariano y avisas al momento de la reserva te hacen un menú especial casero y abundante. En el caso de mi amiga le dieron una entrada de lentejas y arroz y de almuerzo ñoquis caseros. Además, le ofrecieron una sopa de puerrros, pero ya era mucho. De postre nos trajeron panqueques con dulce de leche. A eso de las 18 nos llamaron para la merienda que tenías te o café con tortas fritas y una torta(muy rico y fresco). En la estancia podes usar la pileta, caminar hacia un arroyo o por los enormes parques o bien quedarte en una reposera o hamaca paraguaya. El precio del día de campo es de $ 450 e incluye el uso de las instalaciones, el almuerzo y merienda excepto las bebidas del día. Además, tienen cuatro habitaciones donde te podes quedar a pasar la noche. Son muy amplias, remodeladas con el baño a nuevo, tv de led y muy bien decoradas. Parecen muy comodas. La verdad es que lo recomiendo fuertemente si buscas hacer una escapada porque no solo el lugar es hermoso, cerca y directo sino que la comida y la atención de los dueños es de lujo. La idea de ellos es que la experiencia sea intima y por eso no lo llenan de gente. Realmente lo recomiendo porque me sentí como si fuera mi casa.