Castelar es un sitio que tiene una impronta propia en cuanto a locales gastronómicos fuera de la ciudad de Buenos Aires. Ya había recomendado Paula, y ahora recomiendo Pompeya. El lugar tiene una onda que es un mix entre hipster, reggae, vintage, etc . La atención es remadora y nunca parecen estar apurados. Por lo que si sos un poquito ansioso, andá tomándotelo con soda . La comida es buena y suelen lucirse con los sandwiches especiales que tienen en la carta. Mi preferido el de pollo al curry. Posee una barra bastante completa, y el lugar es espacioso. De hecho tienen hasta dos«estadios» de ping pong . Otro gran dato es la panerita que te dan. Siempre es pan casero, y te dejan un pequeño cuenco con quesitos condimentados. A veces con ciboullette, otras veces con especies y cebolla morada. En resumen, un buen lugar para ir relajado, escuchar música que difícilmente escuches en otro lado, y pasar un buen rato.