Me parece una buena propuesta por el lugar en el que está. Cerca de la estación Belgrano C no hay mucho barcito lindo y este lugar parece, en principio una buena idea. El problema que tiene, creo yo, es la falta de esmero. En mi caso, tenía unos 15 minutos para esperar a alguien que venía en el tren y me pareció lógico pedir un café. Entré, el 70% de las mesas estaban sucias y los dos mozos que había estaban detrás de la barra sin mucho que hacer. Me senté en una mesa(sucia, había una taza usada) y estuve unos 5 minutos mirando hacia la barra con la esperanza de que me atendieran. Puede no parecer mucho, pero el bar tendrá 10 mesas y sólo 3 estaban ocupadas. No me parece que este pidiendo demasiado. Cuando por fin me preguntaron que quería pedí un café y un tostado. Obviamente, tardaron un buen tiempo. La persona a la que esperaba me tuvo que terminar bancando a mi. Algo que tenía que demorar 15⁄20 minutos me terminó llevando 40. Una lástima, porque el lugar es muy lindo y los precios… bueno, son normales. Si corrigen el tema de la atención, volveria con más gusto.
M. Victoria M.
Rating des Ortes: 3 Buenos Aires, Argentina
En una zona tan poco bucólica como la que rodea la estación de tren Belgrano C, cruzarse un cafecito como Café Uno es una buena noticia. Sin embargo, a pesar de que la oferta sea rica y exótica para la zona –sí, bueno, no es que sea el far west, pero es más fácil encontrar una medialuna de manteca que un muffin de arándanos, superavitarios en Palermo, por ejemplo-, la propuesta no tiene nada que la destaque en particular. Por qué. Abrir Café Uno hace 5 años en el Barrio Chino era una apuesta arriesgada. Pero funcionó y más que bien: cookies, rolls de canela, tulipas de vidrio para cubrir los scones e impedir que se secaran. Pero … ¿cuántas veces vimos eso por Palermo? ¿O por Villa Crespo? ¿O por Colegiales? ¿Y si le buscáramos la vuelta? Cafecitos simpáticos ya hay por el Bajo Belgrano porque es la que va. Pero hay que ofrecer algo más que simpatía y nombres en inglés. Si bien la atención, los productos y los precios son amigables, nos tienen que tentar con algo más para que ese lugar sea el que elijamos cada vez que queremos salir de casa a por un café con leche. El café se puede pedir para llevar, hay almuerzos ejecutivos y está abierto hasta bien entrada la tarde. Si están por la estación y no quieren alejarse ni comer chino, Café Uno puede funcionar.