Es muy completo y el ambiente humano es fabuloso. Acudo tres veces a la semana en el marco de un tratamiento de rehabilitación progresiva, y además del asesoramiento constante, me han hecho sentir muy contenido. Estoy muy conforme. Los horarios son amplios y nunca esta demasiado lleno, se puede trabajar tranquilo. La única contra es que le faltan vestuarios y a veces eso lo torna un poco incómodo. Pero teniendo esto en cuenta uno puede organizarse y listo.