Aguas Cordobesas

Mi reseña será breve y basada puramente en mi experiencia de esta mañana.
La sede correspondiente al centro está localizada en Humberto Primo al 883, podés llegar en los bondis naranjas 13, 14, 17 (corredor 1) que te deja a dos cuadras o en los rojos 35 y 36 (corredor 3) que te dejan a cuatro cuadras (siempre y cuando vayas desde Nueva Córdoba, como hice yo)
Si vas a hacer cualquier tipo de trámite tenés que entrar a la página con tu cuenta y sacar un turno, porque si vas así nomás sin nada de onda y justo ese día está hasta las manos de gente te mandan a tu casa con toda la razón. Así que sí, se saca turno como para el doctor y esos turnos tienen una tolerancia máxima de 10 minutos.
Para lo único que no necesitás nada es para ir a pagar (ojalá nunca te endeudes, igual) vas, pagás te dan un recibo y chaupicho.
Las chicas de mesa de entrada son muy amables y de acuerdo al trámite que necesitás hacer te derivan a la sección que corresponde. Hay un guardia de seguridad que te guía a las cajas de pago y te indica dónde hacer la cola.
Si por ejemplo tenés problemas con la llegada de las boletas, te las imprimen en el acto sin ningún drama.
La sala de espera es grande, limpia, con bastantes asientos y por lo general la atención es rápida.

Aguas Cordobesas es la empresa estatal encargada de administrar todo lo relativo a ese servicio público. Las oficinas se ubican en pleno centro cordobés y en ellas se lleva a cabo trámites de todo tipo, como conexiones, pagos de facturas vencidas, reclamos y más.
Las veces que me tocó ir a este lugar (que no fueron pocas) no tuve una mala experiencia. Las instalaciones se encuentran en la calle Humberto Primo, muy cerca del Mercado Norte. Tras cruzar la puerta de entrada te encontrás con un gran salón. En la parte de adelante ves muchas sillas y una serie de cubículos, donde se atienden consultas y trámites personales.
En la parte posterior del recinto de Aguas Cordobesas se despliegan varias cajas, dedicadas al cobro de boletas vencidas. El sistema de turnos es bastante ágil. Solo hay que formar una fila y esperar a que el marcador vaya indicando cuál de las terminales disponibles se encuentra libre para atender al próximo abonado.
Para amenizar la espera, el salón cuenta con algunos televisores, generalmente sintonizados en aburridos canales de noticias (ironía, ¡oh!). Además se ofrecen expendedores de agua, como corresponde a una oficina dedicada al suministro de ese recurso natural.

Siempre que se vencíà la factura del agua, lo que más me alteraba la paz del espíritu, era tener que ir si o si hasta la oficina central para pagarla. De lo contrario, el monto de la intimación triplica el monto original de la factura. Antes, esta situación significaba atravesar toda la ciudad yendo desde Alberdi pero desde hace un tiempo, la suerte cambió: Aguas Cordobesas se trasladó con todas sus oficinas a la Humberto Primo, casi llegando a Nicolás Avellaneda.
Lo bueno de Aguas Cordobesas: te envían dos o cuatro facturas (eso a veces varía) correspondientes a dos o cuatro meses claro, de una sola vez. Ello te permite saber cuánto vas a tener que pagar dentro de ese amplio plazo y preveer el gasto (o la inversión, según tu punto de vista).
Lo malo, si se te vence una factura tenés que llegarte a la oficina central, CPC o lugares específicamente autorizados para actualizarla y formalizar el pago. De no hacerlo, el monto de la factura asciende casi al triple.
Otros puntos a favor: la atención en Aguas Cordobesas es en general atenta. En la mesa de entrada podés evacuar todas tus dudas (es por orden de llegada) y si tenés que pagar deudas hay múltiples cajas atendidas por los mismos empleados desde hace años. A diferencia de lo que sucede en los Rapipagos, no es necesario que lleves cambio.