Bavaria Restaurante Alemán

Hace rato que hablábamos de querer conocer y probar la experiencia de la comida y bebida en el ambiente alemán asi que aprovechando el cumple de mi suegro y su hermana elegimos el lugar para festejar los cumpleaños. En esto destaco muchísimo la atención, es excelente y muy personalizada, quisimos reservar y no solo que nos armaron un espacio hermoso en la zona del patio. Esa noche era perfecta para estar al aire libre, sino que tb nos dieron la informacion de los posibles menues y el costo por persona para que nos organizáramos. Excelente. Llegamos y el lugar es muy atrapante muy agradable. Ahí Nomas nos cuentan de que había dos por uno en cervezas de las que quisiéramos y se podía pedir una y una de los sabores disponibles. Tienen media pinta y la pinta más grande. Pedí la rubia con miel y debo decir que para mi alguien no amante de la cerveza, estuvo riquisima. Nos comentan la carta debo decir que los chicos muy dispuestos ya que éramos más de 20 personas todos diciendo esto y aquello y nos supieron llevar bien y si queríamos saber que era algo ellos nos explicaban como se hacía y que contenía cada plato. Antes de pedir nos trajeron un pan delicioso de campo con una pasta de queso media picante. Estaba perfecta! Y Para esa noche la propuesta fue pedir tablas para compartir, que incluían los sabores típicos de Alemania, debo decir que fue excelente muy abundante y sabrosa. Algo diferente que uno no come seguido. Para terminar la noche nos regalaron champaña por el cumpleaños y la torta, realmente la atención y el servicio fue 10 puntos. La amabilidad y lo profesionales que son allí es digno de recomendar. Pasamos una noche distinta y genial!!!

La cerveza artesanal es simplemente increíble, recomiendo la rubia con miel. Si querés acompañar la cena la rubia va como trompada.
En caso de ir en grupo de 3 o 4 recomiendo pedir la tabla Bavaria que tiene un poco de todo lo que podemos encontrar en la carta y viene con 1 Lt. de cerveza a elección de regalo.
Fui un dia que no había mucha gente, entonces la música se escuchaba un poco por encima de lo aceptable para entablar una conversación normal. Lo bueno es que es MUSICA ALEMANA, la experiencia es totalmente de inmersión en un resto alemán, como deberían ser todos los resto cuya carta, estética y concepto representan alguna zona geográfica en particular.
Experiencia recomendable, si todavía no probaste el chucrut, estás a tiempo.

Este lugar enmarcado en el predio del colegio aleman. Muy buena atencion y la comida muy rica. Lo unico el espacio para niños debe tener mas para dibujar eso acota mi hija. Los precios son acorde ala comida. Me falto probar los postres pero seguiremos yendo!

Conocí este local por medio de un excelentísimo evento Unilocal.
En esa oportunidad degustamos una deliciosa tabla de fiambres acompañada de cerveza de miel. La diva de la tabla a mi parecer fue la mostaza. Sencillamente un camino de ida.
Todo muy muy muy rico.
La atención súper buena. Toda la onda la de los chicos que nos atendieron. Súper atentos y nos explicaron un poco de las delicias que probamos. En cuanto a precios si es un poco caro pero si vas en grupos podes pedir una buena tabla, dividir los gastos y comer al hartazgo.

Anoche, luego de tomar dos pintas de cerveza en un local del Barrio Güemes, recibimos la invitación de la Unilocaler que más nos quiere a un evento en Bavaria. Luego de las indicaciones pertinentes para llegar en el nunca bien ponderado y costoso sistema de transporte de la ciudad hacia el Barrio Argüello, en las inmediaciones del Colegio Alemán, donde se encuentra este local, con reminiscencias teutonas, que me recordaron mucho a Villa General Belgrano.
El local es amplio y cuenta con un patio con galería, muy ameno para pasar el rato. Los baños se encuentran en la planta alta, cuidado porque después de dos pintas cuesta un poco subir, ya no digamos apuntar correctamente al mingitorio.
Llegamos y la mesa estaba decorada con nuestros característicos globos rojos de Unilocal y en el centro de la mesa nuestro Unilocaler Maximus presidiendo la sesión. Nos recibieron con cervezas tiradas a elección, yo opté por la de miel y mi amigo por la negra. También nos sirvieron una tabla que contenía un fiambrín casero alemán, jamón, chorizo, queso ahumado con paprika, paté y una cazuela con una mostaza de la casa. Todo acompañado por un exquisito pan casero. La calidad es muy buena y el tamaño el correcto! El precio fue de $ 70.- pero no deberían tenerlo como referencia ya que era una ocasión especial.
Obviamente al estar matizado por la excelente compañía de los Unilocalers, todo se disfruta el doble!

Le tenía tantas ganas a este lugar que tuve a esperar todo el año para ir! Gracias a una gran amiga que es la compañera nueva en estas andanzas.
Reservamos por que nos dijeron que se llena. Como todo principiante fuimos media hora antes de la reserva, recién estaban abriendo y acomodando las mesas. Nunca se lleno.
El patio ya estaba listo y nos instalamos ahí. Gran patio.
Nos recibieron un par de mozos de gran atención y amabilidad. Nos explicaron algo de la carta, la promoción del día, la comida, de las cervezas y demás! Gran atención.
La comida.
Primero nos trajeron algo picar que estaba muy bueno. Una bomba de muzzarella con morrón y cebolla! Que cosa más ricaaaa! Lo mejor de la noche.
Segundo: entrada tabla de fiambres, muy generosa y variada, quesos saborizado y otras cosas.
Tercero: pedimos, yo Haxen (pata de cerdo) con Chucrut y papas. Que no me gusto mucho.
Y mi amiga pidió: Goulash con Spaetzle probé un poco y nada rico tampoco me gusto.
Bebida.
Era día de 2×1 en cervezas que son Peñón del águila, sólo había rubia común y con miel, otra de trigo (rica). En la carta hay dos más la roja y negra que no tenían disponibles esa noche.
Nunca había probado esta cervezas y no son la gran cosa esperaba mas como de Bavaria.
Se rescata el lugar, la atención y lo que todavía aún no pude probar.
Quizá no fue una buena noche pero se merece una o dos o miles de visitas más!

La primera vez que fui, antes de que se hicieran mas conocidos, estuvo bueno, pero nada de otro mundo, era chiquito, ambientado con decoración alemana bien de caza y todos con los disfraces típicos de bavaria.
Hoy, quisimos ir ahí para ver como era ahora que se hicieron nas conocidos. Hicimos una reserva medio a último momento a la cual nos dijeron que nos iban a esperar. Llegamos antes del horario limite que nos pusieron y se ve que nunca nos tomaron la reserva, nos dijeron que lo único que nos ofrecían eran milanesas o pizza… Un chiste. La verdad que si tienen esa predisposición para sus clientes, no vale la pena volver.

Muy buena la picada con los spetzle, trae milanesa de cerdo, salsa de champiñón, spetzle con cebolla y panceta (excelente), spaetzle y goulash. Este último estaba un poco picante, pero nos dijeron que usualmente es más suave. En cuanto a la cerveza probamos rubia común y rubia con miel, nos gusto más la última por que era menos amarga. Lo único que la música es un poco fuerte, para nuestro gusto.
El patio cervecero es muy lindo, pero comimos adentro por que hacia frío.

¡Oh Dios! Este lugar ya era bueno cuando estaba en la Recta y era un sucucho alemán con onda. Ahora es un restaurant tipo cantina alemana, todo ambientado: mucha madera, música alemana, decoración acorde y lo mejor gente hablando alemán por todos lados.
La atención fue excelente, nos explicaron absolutamente todo y nos comentaron además del happy hour, de los postres especiales el finde e incluso nos recomendaron las picadas que incluyen un poquito de cada tipo de plato de la carta. Nosotros pedimos la de salchichas que viene con cinco salchinas gigantes para dos personas, puré DE LOS DIOSES (8 kilos de manteca debe haber tenido pero era TODO), ensalada de papa y chucrut. También mostaza casera y curry de tomate. Acompañamos con pan casero y cerveza roja del Peñón del Aguila. La calidad excelentísima. La cantidad no parece mucho a primera vista pero uno se re llena con esa picada. Además, detalle: se puede repetir las guarniciones cuantas veces uno quiera. La verdad es que la comida excelente TODO, un manjar. Muy accesible: un litro de cerveza tirada 90 pesos, en JBGood sale como 150 y es Quilmes, o sea.
Relamente se lo recontra recomiendo. Tiene un patio hermosos para el verano con pérgola y mesitas de madera tipo camping. El lugar es muuuy grande, ideal para ir con niños o hacer cumpleaños o eventos muy concurridos. ¡DIEZ PUNTOS!

Está ubicado en calle Neper en las instalaciones del Club Alemán de Córdoba. La ambientación es muy buena y acorde a lo que uno espera de un lugar de comida alemana.
La comida es excelente y variada. Hay diferentes platos típicos como salchichas vienesas, gulash con spetzel, chucrut y otros. También hay tablas para picar con especialidades alemanas (muy abundantes). Hay pizzas para los que no quieren innovar ;)
Toda la comida es elaborada por la familia usando recetas de su tierra natal. Andy y Steffi se llevan los laureles, sin lugar a dudas.
He ido a muchas veces y tuve la suerte de probar casi toda la carta. No tiene desperdicio.
La cerveza que ofrecen es Peñón del Águila. Muy buena. Olvídate del dolor de cabeza!!!
Los precios son moderados pero acordes al tipo de lugar. Hay promos para cumpleaños y eventos. También hay happy hour para el After Office. Sugiero hacer reserva si van a ser muchas personas.
La música es alemana, como era de esperarse. Al comienzo está bien pero es medio monótona luego de un rato.
Los mozos podrían ser mejores. Hay varios novatos.

Lo prometido es deuda. Volví.
Comí una pata de cerdo con chucrut y puré. Fue lo mejor de la vida. Enorme, la podías comer sólo usando el tenedor por que la carne se salía así de fácil del hueso. El puré fantástico (siento que me comí una barra de manteca igual, pero a quien le importa).
Quedamos super satisfechos todos! No pudimos llegar al postre, ahora quiero ir a probar la picada con las salchichas típicas alemanas!
Realmente vivimos la experiencia alemana.

EL GOULASH maGICO! la atencion con toda la actitud y la frescura, calida y sincera! otro mundo… el diseño y el ambiente impecable … el patio cervecero es perfecto. lo unico que me falto fue un PURE DE PAPA con EL PODER DE BAVARIA para acompañar el goulash!
Bruja

Fuimos con la gente de Unilocal a este lugar a probar que tal la pizza, teniendo en cuenta que ibamos a un restaurat alemán y la pizza no vendría a ser una de las especialidades de los muchachos de aquellos lares.
La verdad que la sorpresa fue más que grata. Cabe aclarar que para no errarle los muchachos estos tienen solo dos variedades de pizza. La muzarella común, con un pequeño detalle, un agregado de cubitos de queso ahumado que es una locura. Y la otra variedad de nombre impronunciable estaba realmente buena, tenia cebolla, panceta y algo más que no sabría decir que era.
En cuanto a las cervezas, que acá si estábamos hablando de especialidad de la casa, estaban muy buenas.
En cuanto a precio la verdad que no es para nada caro y la atención está bien. Tardó un poco más de lo esperado la segunda ronda de pizzas pero se les perdona.

Desde que entramos hasta que salimos fue una experiencia sumamente positiva, desde su ambientación, música, platos típicos, y su gente (alemana) muy atenta. La cocinera alemana sale a hablar con la gente e intercambiar cultura por donde se mueva. Los platos típicos son MUY abundantes así que no pudimos pedir postre después de la entrada y plato principal. No obstante los sabores típicos alemanes como su chucrut o salchichas eran todos muy suaves y ATP. Le faltaba un poco de sazón y lo fuerte del sabor alemán.
El servicio es un poco lento y nos trajeron los. platos de a uno pero valió la pena la espera.

No conocía el local (ni el anterior) y fui porque Unilocal organizó un eventó ahí. Comimos unas pizzas alemanas de dos variedades muy buenas, en especial la pizza de queso crema cebollas y panceta es excelente. Como bebidas tiene 5 tipos de cerveza y están muy bien. Me gustó muchísimo la ambientación, el lugar es muy tranquilo, la música de fondo está en el volúmen justo para que la escuches y no moleste y el salón es muy amplio.
Me dejo pendiente volver para probar los platos más típicos alemanes.

Me encanta el restaurant, su historia y su flamante ubicación nueva en el Club Alemán.
El local nuevo es amplio, muy bien decorado y con la iluminación justa. A pesar de ser un salón grande, el ambiente es íntimo, creo que por el uso de la luz y la abundancia de madera.
La atención es muy cordial, pero si tengo que decir algo, los mozos no parecen profesionales, sí son voluntariosos y agradables.
La comida es una bendición traída del paraíso. No veo las horas de probar lo que falta. La carta no es extensa pero sí variada.
En el local viejo probé una de las salchichas con chucrut, ricas, aunque el chucrut me gustaría más ácido, el goulash y las milanesas hechas de amor.
En el nuevo local (no estoy segura de si cambiaron la carta) probé las pizzas (alemanas, son un poco distintas) riquísimas (y a buen precio) las dos variedades, una con cebolla y panceta y la otra con tomate y queso ahumado.
También pude probar algo de lo que estimo servirán en sus picadas, que acompañó la cata de cervezas.
Tiene un patio muy bonito y pulcro.

Bavaria, aun con pequeños defectos a corregir en varios aspectos, configura 5 perfectas estrellas, ya que son tantas las maravillas que ofrece que, ni siquiera sumando todos los puntos negativos consigue perder una estrella.
Empiezo por lo peor: Queda lejos del centro. De todas formas, siendo de zona sur, descubrí que llegar por circunvalación, es incluso más rápido que ir a algún lugar en el centro, Nueva Córdoba o Gral Paz.
La mayoría del personal que importa (sobre todo en la cocina), es alemán, ésto, además de agregarle un toque pintoresco, le da credibilidad a la carta, a la ambientación y a la filosofía del lugar.
El salón es muy grande, con diferentes sectores y tiene un patio genial para el verano y un área para que se entretengan los niños, otro golazo.
Tuvimos la oportunidad de probar una degustación de todas las cervezas artesanales que ofrecen (de Peñón del Águila, muy ricas) y por algunas cosas de la carta, en la que se destacan los fiambres y quesos ahumados de producción propia.
Las Pizzas son una maravilla y, aunque solo ofrecen dos variedades (una blanca, de queso crema, panceta y cebolla y otra de muzarella con queso ahumado) es más que suficiente, son finitas, crocantes, sabrosísimas, perfectas.
Se estaciona sin mayores problemas sobre Nepper, que es una calle muy tranquila y varios colectivos te dejan en la esquina.

Quiero volver.
Fui a Bavaria porque organizaron una cata de cervezas. Pagamos realmente poco y no me esperaba más que un par de vasos de cerveza. Por suerte nada que ver. Estaba todo bien organizado, cada reserva tenía lugares asignados en una mesa y cada cerveza venía con una charla técnica. Además de la cerveza hubo comida.
La cata era de 5 pasos por lo que probamos 5 platos y 5 cervezas. Mis cervezas preferidas fueron la honey beer y una de trigo que no me acuerdo el nombre. En cuanto a la comida hubo mucha variedad, lo mejor fue el postre que era un crêpe con puré de manzana.
El lugar queda al lado del colegio alemán, es grande y tiene además buen espacio al aire libre. Tiene mesitas y además unas canchitas para que jueguen los chicos.
La atención es muy buena, si en la recepción te piden tu mail no le pases el hotmail que no abrís nunca, pasales tu mail posta porque te mandan buenas promociones.

Casa Bavaria es un restaurante de comida alemana que comenzó con un pequeño local familiar sobre Recta Martinoli. Hoy se encuentra en el Club Alemán, sobre la calle Neper, detrás del Colegio Alemán. Sus dueños, inmigrantes alemanes, ofrecen una interesante variedad de platos típicos con recetas originales (aunque algunos sabores han sido adaptados a nuestro paladar). Además, elaboran sus propios embutidos, fiambres y leberwurst de manera artesanal.
Imperdibles los spätzles.
El ambiente es muy lindo, y se puede ir tanto con un grupo de amigos un sábado por la noche como con la familia un domingo al mediodía.

Riquen birren y riquen comiden!
Yo a los alemanes es como que les tengo un poquito de bronca por obvias razones futbolísticas pero Bavaria me hace tan feliz que me hace pensar que son el mejor país del mundo y que los quiero mucho.
Bavaria era un pequeño lugar donde se podían comer delicias alemanas y tomar algo. Ahora es un restaurante dentro del Deutscher Club con todas las letras. Un ambiente inmenso con mesas grandes que te invitan a que pidas muchas cosas y las llenes de platos y jarras. La música bávara siempre de fondo y Andreas vestido como un típico alemán.
Lo que probé me pareció bastante bueno. Hay unas salchichas gigantes de cerdo que son una locura y se mojan en una salsita que es como una especie de tuco. Del chucrut no soy un gran fan por lo tanto no puedo criticarlo o alabarlo. Los fiambres se merecen un premio, una panceta increíble. Ah, un gran detalle es que TIENEN UN PLACARD LLENO DE FIAMBRES COLGADOS Y QUESOS, quiero uno en casa!
La cerveza que se ofrece es cordobesa, y es la ya conocida Peñón del Águila. Es una cerveza muy buena en sus cinco variedades, mi preferida es la negra. Y un dato no menor es que dicha cerveza se hace con las estrictas normas alemanas para hacer cerveza por lo tanto es un producto de muy buena calidad.
Otro aspecto importante es que además de ser un lugar enorme y súper cómodo, tiene una especie de cuartito para chicos dónde hay juegos, lápices y hojas para que dibujen y hasta libros que están en alemán.
En fin, me parece un lugar muy copado. Una propuesta diferente y original, un ambiente cómodo y cálido, rica comida y rica cerveza. ¿Qué más se puede pedir?