Brotes

Lunes al mediodía, buscaba algún lugar para almorzar algo rápido y caí en Brotes, uno de los pocos lugares de la zona que estaba abierto a esa hora. Había ido una vez antes, hace varios años y volví de casualidad.
Brotes es un restaurante-​vivero y está en un lugar relativamente alejado de las áreas más transitadas, pero al frente hay muchas dependencias del gobierno de la provincia. Uno de los ambientes del resto tiene plantas, macetas y plantines de todo tipo y están a la venta. Atrás funciona el vivero propiamente dicho y tiene dos salones bastante grandes.
La carta tiene bastantes opciones, de pizzas y lomitos hasta ensaladas y sándwiches fríos y calientes. Al mediodía sirven menú ejecutivo a un precio razonable. Pedí un filet de merluza rebozado con papas al horno y lamentablemente, quizás por la hora a la que fui, era un plato recalentado y el pescado estaba bastante seco. De todas maneras, la porción era gigante y estaba bastante rico.
El ambiente es muy agradable y la atención es muy buena. Salvando el detalle del plato recalentado, es una buena opción para picar algo.

Brotes es un vivero con restorán ubicado en Barrio Rogelio Martinez, muy original el lugar, con mesas en medio del vivero y un lugar cerrado dentro.
Esta abierto todos los días, tienen menú ejecutivo y en la carta hay variedad de ensaladas, sandwiches y minutas.
Desde hace varios años voy a una vez al mes mas o menos, pero la calidad de la comida esta en baja y cada vez peor, las ensaladas son muy ricas pero pocas veces las arman igual o como dice la carta, hay faltante de productos (desde hace algún tiempo pedimos pure para acompañar la milanesa y no tienen) y de cosas dulces y frescas para tomar el te.
Para salir de apuro esta bueno, pero la oferta de lugares por la zona creció tanto que no es un lugar que elegiría para una cita o reunión de amigos.
Lo positivo son los precios, que abren de lunes a lunes en todos los horarios y que podes comprar para llevar.

Brotes is both a greenhouse and a Resto, I never bought a plant there (they seem nice tho, you can eat among them) so I am reviewing the restaurant part.
You should not expect nothing fancy of this food, it is of the rustic type, the portions are abundant and very tasty and the menu has a decent variety.
You can get tapas like food, a couple of fast food dishes (pizza, hamburger) and then regular meals.
It is a place for your typical mid week escapade when you want to eat something home made but don’t feel like cooking.
The ambiance is very friendly, surrounded by plants and all in a very rustic decoration.
The only particularity is that the dishes are not consistent, the salads or the tapas never have the exact same ingredients which is part of the charm of home made food if you ask me.

Iba caminando bordeando un baldío, desesperada de miedo, frío y hambre, lista para encontrar un kiosco, comprar un pebete y conformarme con eso hasta que apareció Brotes. Ver luz, acercarse y que no fuera un antro, fue como un oasis de sanguchitos y amor en el desierto. Es un bar/​restaurant, vivero y biblioteca. Fui 500 veces en dos días y todo lo que probé me gustó. La ensalada argentina, con carne y queso como debe ser una ensalada, super abundante y fresca. Probé también una tarta dulce riquísima. Lo único feo fue el cortado, intomable de hecho, lo tuve que dejar.
El lugar es muy lindo. Por fuera tiene muchas plantas y está el pasto cortito y todo bien cuidado. Por dentro es super acogedor, con mucha madera y una estufa a leña que te dan ganas de acostarte en el piso como un gato y dormir ahí. Después hay un patio tipo galería, techado, donde está el vivero y mesitas para sentarte. De día es re lindo ahí.
Las plantas son baratas, lindas, hay mucha variedad y hay cactus chiquitos que salen menos que en otros lugares.
La atención es excelente y traen todo rápido. Se puede comprar para llevar.

Se trata de un hermoso y original restaurante con vivero, escondido en el barrio Rogelio Martínez. Fui por recomendación de unos amigos vegetarianos y veganos (sí, de ambas vertientes) que vivían por la zona en ese momento. Me pareció una propuesta muy copada, la verdad. Todo muy orientado a la onda verde, la vida sana, pero bien gourmet a la vez. La presentación de las comidas es majestuosa: un verdadero festival de colores vivos e intensos, que dan pena tocar los platos de tan bonitos que se ven. Sirven una variedad muy completa de ensaladas y también son destacables los licuados. Lamentablemente, no me queda muy a mano así que no he tenido oportunidad de volver aunque me gustaría. Los precios están bien, ni excesivos ni bajos, lo que corresponde. La atención es muy relajada y amable, por suerte no había mucha gente el día que fui. El pedido se demoró un poco más de lo que uno acostumbra esperar (y en esta ciudad parece ya un folklore la demora), pero no puedo objetar mucho al respecto ya que en este caso condice con la onda «slow». Pienso que es ideal para ir un día que uno tenga tiempo, como para desenchufarse y disfrutar de una buena comida rodeado de hermosas plantas y al aire libre.

Vivero y resto
Brotes es un resto-​bar ubicado en el tranquilo y bonito barrio de Rogelio Martinez.
Lindo por fuera y por dentro. Brotes es único en su género, por los menos hasta donde yo conozco, no hay otro restaurante con vivero.
El lugar tiene un espacio interno y otro externo, ambos rodeados de plantas.
En Brotes se puede comer menú, ensaladas, sandwiches, o picar algo. Se puede tomar jugos, licuados, bebidas o tragos.
La última vez que fui, me pedí una super ensalada.
El plato era colorido, completo y rebosante.
Tenía de todo: huevo, remolacha, zanahoria, lechuga, tomate, choclo, queso y arvejas.
El ambiente es muy agradable. Los precios son acordes a sus platos (ni tan caro ni tan barato).
El único problema fue que: nosotros llegamos a eso de las 13:30h, y a las 1430 yo tenía que irme (entro a la facu a esa hora). Sobre que al pedir la ensalada, le avisamos a la moza que teníamos que irnos a esa hora, la ensalada terminó llegando a las 14:30. Por lo cual, no pude saborear la exquisitez de la ensalada como se lo merecía.

Ubicado en una zona no muy transitada, este bellísimo lugar lo conocí por casualidad en una fea circunstancia.
Tenía que visitar a diario el Hospital Militar que queda atrás de ciudad universitaria, por la internación de un familiar querido, y después nos íbamos en patota a comer a Brotes.
Se trata de un restaurante con vivero. Después que nos tomarán el pedido nos íbamos a ver las plantas. Es muy tranquilo, con una decoración muy bonita y la comida rica y muy natural.
Las juntadas y almuerzos rodeado de plantas genera un clima de tranquilidad y de descarga de malas energías.
Pese al momento, me quedó un lindo recuerdo del lugar.