Difícil reseñar un cementerio(sí, y lo hice hace un tiempo), más aún una«casa de servicios sociales», como le gusta a la gente grande, madura, curtida por el tiempo y que desea ser parte de la normalidad propuesta por el sistema, donde la muerte es un tabú, un final, un momento de lamentar y engloriosear una persona que ya no está y parece haberse convertido en bueno después del último suspiro. Sí, complicado. Pero concentrándonos en Casa D’spontín, la mayoría de los velorios de la familia fueron realizados allí, por cobertura de la empresa que tenemos contratada, y siempre tuve muy buenas experiencias(no, no lo digo con ironía). Recuerdo la primera vez, cuando falleció mi viejo, no sabíamos cómo encarar la situación desde el punto de vista formal y papeles, pero un llamado telefónico fue suficiente para que nos expliquen con mucho tacto, buena predispisición y comprensión cómo proceder. La última vez nos tocó con mi abuela, llamé y coordine todo yo, con la excelente atención de Antonio, que aclaró mis dudas y me ofreció su predisposición para solucionar un pequeño inconveniente que había con pagar una tasa municipal, y por el fin de semana largo y paro de recaudadores de caudales no tenía forma de sacar efectivo en ningún cajero. Al siguiente día hábil pasé y abone lo correspondiente, pero siempre muy amables y atentos al momento y situación particular que uno vive. El lugar es sencillo, no tiene grandes lujos y tiene algunos detalles producto de la antiguedad de la casa que ocupa, en pleno centro de la ciudad. Dispone de una cochera privada que tiene una capacidad para unos 10 autos aproximadamente, al igual que una cómoda sala de espera en el ingreso, recepción amplia e iluminada, oficinas y luego varias salas en sus 3 pisos. Hay salas más pequeñas y otras con ante-sala, estar, cocinita para preparar algun café, etc. Si necesitás, te coordinan la compra de los arreglos florales(coronas, ramos, ofrendas), se encargan de la placa para el cementerio, coordinar el traslado al mismo o cremación, la gestión de la papelería de registro civil, la publicación en los fúnebres del diario, etc. No recuerdo si tenían café incluido, pero diría que estoy casi seguro que tienen varios frascos de instantáneo, vasos, dispenser frio-caliente, etc. Realmente no hay algo que odie más que los velorios, todavía puedo llegar a decir que el cementerio parque me lo banco, pero Casa D’spontín si bien tiene esa mística y energía, lejos de las modernas y renovadas arquitectura de otras empresas, no te sofoca con un estilo, la atención es excelente, y ya me voy acostumbrando para cuando me toque… ¿De la muerte no se salva nadie, no?
Cezary N.
Rating des Ortes: 4 Córdoba, Argentina
Es la más antigua de las funerarias de Córdoba, que lleva el nombre de la familia fundadora, de origen francés, D’espontin. Está ubicada muy cerca del cruce entre Colón y General Paz. Cuenta con un solo local, que está pegado a sus oficinas, en la que se celebran los servicios pre– exequiales y velatorios. El lugar es muy vertical, alto y angosto se diría. Tiene una infraestructura vieja y algo opresiva, gris. No es que una funeraria deba ser precisamente luminosa, pero por ahí podrían renovarla un poco de la misma manera que hicieron con sus oficinas. No se puede decir mucho más excepto que el mayor prestigio es el de ser la más tradicional de las empresas del rubro, que tienen sillones muy cómodos y piso parquet, y que está ubicada en pleno centro. Esto último parece un dato sin importancia pero, al contrario, resulta muy beneficioso para los deudos, parientes y conocidos en general que quieran presentarle los últimos respetos al difunto antes de partir al cementerio. No hay nada peor que cuando se tiene que ir hasta un lugar remoto, de esos a los que sólo se accede por auto. Es por esta razón que queda muy cómodo para asistir o hacer compañía a quienes velan por el ser querido que acaba de partir.