Casal Catala

Fuimos por la paella. Estuvo muy buena y se puede repetir. Siempre hay un discurso del presidente, según me contaron otros asiduos, comenta las novedades del Casal. Tambien hace algunas reseñas históricas.

Justo cuando mi novio se va a hacer una maestría en Barcelona, me entero que hay un centro cultural catalán acá en Córdoba. No sé si él va a empezar a aprender catalán allá, pero ahora me cuenta cosas nuevas todos los días de la ciudad más conocida en Cataluña.
Todavía me cuesta un poco entender que capaz saber español no va a ser suficiente para vivir en Barcelona, pero ahora por lo menos sé donde puedo ir para tomar clases si me pinta. Casal Catala es como un pequeño consulado de la Cataluña acá en Córdoba, donde se dictan talleres de todo tipo, incluyendo talleres de creación literaria, expresión plástica, coro, y hasta un curso de danzas catalanas.
Obviamente se puede tomar cursos del idioma catalán también, pero no sé cuanto salen. Muchas de las personas que frecuentan este centro cultural son descendientes de inmigrantes de Cataluña. Entre ellas, organizan eventos con comidas típicas, como paella y fideua. Creo que no hace falta ser miembro de ninguna sociedad para asistir, mientras pagás la entrada.
A parte de talleres y comidas, también se realizan ciclos de cine y teatro catalán. Es como un segundo hogar para los catalanes que viven acá en Córdoba y están extrañando su cultura.

Es la casa representante de Cataluña en Córdoba. O sea que también es la entidad que nuclea a los descendientes de catalanes en nuestra ciudad. Entre 1906 y 1940 fueron varias las asociaciones de socorros mutuos que se encargaron de cumplir con esta función y que se fueron alternando y sucediendo una tras otra hasta la fundación del Club Catalán, el 29 de abril de 1951. Como toda colectividad, realizan actividades culturales y sociales que tienen como finalidad mantener la unidad de los descendientes de catalanes en Córdoba, además de promover la cultura y el lenguaje de diferentes maneras. En particular, es uno de los clubes más completos, ya que han llevado a cabo a través de los años actividades culturales de cierta relevancia, equiparables al Centro Cultural España Córdoba en algunos momentos: obras de teatro, conmemoraciones, proyección de cine, seminarios y talleres especializados dictados por eminencias traídas de Europa. Tienen una página web (que actualmente está fuera de mantenimiento, no sé si la volverán a activar) y una página de Facebook, muy activa, aunque no tiene tantos likes como esperaba encontrar. Justamente, a través de la foto de portada de la página acabo de enterarme que este 2014 es el año del tricentenario de Cataluña.

Viví en Barcelona un tiempo, y por mis ganas de volver a estar un poco en contacto con el lugar fui a conocer y ver que tal.
Cuando fui a la casa de España me enteré que existía este lugar, me hacía ilusión volver a escuchar «parlà català»!!!
Fui a ver que tipo de eventos hacían, me enteré que dictaban varios talleres, pero en realidad el que me interesaba era el de Lengua catalana. Una vez ahí, de los talleres que inicialmente se abrieron solo quedaba dos por falta de inscriptos.
Me comentaron que organizan paellas, que tambien hacen fideua (comida típica catalana), y que iban a hacer una celebración por Sant Joan. Ese día en Barcelona (en al Rambla) el refrán es «un libro por una rosa». quería saber que tal era la celebración que hacían acá, pero quizás esperaba algo más grande, pero esta bien… estamos lejos…
Hablamos sobre Barcelona, calles, locales, un poco de historia, cómo cambió la ciudad despues de las Olimpiadas.
Me gustó el lugar, de vez en cuando etsa bueno ir a dar una vuelta y volver un poquito a Barcelona

Por mi trabajo, me vi en la situación de acompañar a uno de mis pacientes al taller de Creación Literaria que se dicta en la Casa Catalana, denominado «Paraula» (que significa PALABRA en catalán). El mismo funciona los días miércoles de 16 a 18 horas, y es coordinado por el ingeniero Pedro Santucho, siendo este el décimoprimer año que se dicta. Desde su inicio, el eje es la escritura de diferentes tipos de textos como medio de expresión de ideas, sentimientos y experiencias, a partir de los diferentes disparadores propuestos en cada clase. Entre los asistentes, algunos son más experimentados en el arte de escribir, ya sea por la profesión que ejercieron o por un gusto y ejercicio personal de larga data, en tanto otros iniciaron hace poco. El encuentro y la formación de un grupo tan hetereogénero, enriquecen el espacio, que también se puebla del intercambio de historias de vida y anécdotas personales. En el año también se organizan encuentros con profesionales que no forman parte del grupo, o se hacen invitaciones a presentaciones de obras de antiguos alumnos o amigos. A fin de año, se publica un libro con una selección de algunas obras de los participantes y se hace un cierre con una obra de teatro. De todos los talleres que se publican en la cartelería que está al ingreso de la Casa, sólo funcionan este taller y el de enseñanza de la lengua catalana. Asimismo, los primeros domingos de cada mes se hace una paella tradicional que es muy recomendada.

«La casa de los catalanes en Córdoba», reza un cartelito en la puerta.
De arranque no imaginé que hubiese tantos catalanes en nuestra ciudad como para tener una especie de «embajada informal», pero cuando fui vi que estaba super poblada, gente que iba, venía, charlaba en español y catalán y más gente que entraba y salía.
En un rapto de locura y de esas cosas estúpidas que te dejan los viajes, sumado a que quedaba a 200 metros de mi casa, me acerqué para preguntar por clases de catalán (si, ya sé, nunca iba a hablar catalán en mi vida y ni si quiera me gusta Serrat como para tratar de entender sus canciones en ese idioma). Mi experiencia personal fue bastante fulera, un señor, tipo el «capitán» de la casa me preguntó que si yo era descendiente de catalanes, que qué sabía de Cataluña, que por qué quería aprender y cosas que me parecieron bastante al pedo antes de decirme cuanto cuesta y cuándo eran las clases.
Eso me espantó bastante, y aunque un poco de ganas de ir a los ciclos de cine o música que tienen me quedaron, me alejó 4 ever.
Lo único que casi me acercó de nuevo, es que una vez al mes hacen paellas y podés comprar una tarjeta para ser parte de ese almuerzo. Tal vez le de otra oportunidad, aclarando antes que solo estoy ahí por la comida.