Cementerio San Jerónimo

Tenebroso…

Me dicen Cementerio por este lugar. No, no hay ningún remate.
Vivía detrás del mismo, y mi abuelo laburo acá, a veces le tocaba cerrar el cementerio y hacia sonar una campana para que no quedara nadie encerrado.
Todos los vendedores de flores, de dentro y fuera del cementerio me reconocen.
Los municipales, cuando están al pedo (casi siempre), te molestan si queres sacar fotos.
Tiene partes muy abandonadas, y algunos panteones privados que están bien cuidados, pero son los menos.
Tenes muchas tumbas de personas ilustres de la ciudad que están en la parte central del Cementerio, cerca del Cristo en la cruz.
Agustin Tosco esta en el panteón de Luz y Fuerza que esta cerca de la salida por Monseñor de Andrea para el lado de 12 de Octubre. Pero el resto están todos en la zona central.
Cerca de la fuente donde hay peces rojos (por la entrada de Pedro Zanni) hay varias tumbas viejas, de las primeras que hubo, se ven muchas fechas del 1800.
Se que hay visitas guiadas pero nunca fui a ninguna. Hay varias historias alrededor de este Cementerio como el de la chica que se toma un taxi, te pide que la dejes al frente y cruza el paredón. Hace unos años me tome el mismo taxi en una semana y las dos veces le pedí que me lleve a la parte de atrás del cementerio, de noche, así que el taxista me pregunto si era este fantasma que cruza el paredón. Estoy segura que volvió derecho a su casa después de dejarme.
Si vas a hacer una visita al cementerio es obligatorio que cruces a la Panaderia «El Condor» que esta al frente a comer unos criollitos MUY ricos. Panaderia clásica del barrio. Yo, de chica, cruzaba todos los días el cementerio en busca de esa panaderia y sus carameleras enormes.
Ah, todas las veces que quise hablar con el Director del Cementerio para pedirle autorización para sacar fotos no me atendió. Si, gestión municipal, que esperabas?
Por la entrada de Pedro Zanni tenes la capilla a mano derecha, y para el lado de la calle Rioja tenes el Cementerio del Salvador y sobre Rioja tenes la sala velatoria municipal que es muuuuy chiquita.

El Cementerio San Jerónimo se encuentra ubicado en medio de la zona urbana de Córdoba. Rodeado por diferentes barrios, se disputan su pertenencia. Sin embargo, en la pelea siempre sale ganando Alto Alberdi, barrio con el que se lo identifica mayoritariamente.
Los domingos en sus alrededores se abren los puestos de flores y se ven llegar a los visitantes. Conocido por múltiples leyendas y mitos, los taxistas toman el protagonismo: no son pocos los que aseguran que una mujer (señas particulares ninguna) ha tomado varias veces un taxi en la ciudad y ha indicado que se bajaría en la calle que se ubica por detrás del cementerio. Nadie sospecha, claro. Es una zona poblada de casas y comercios. Cuentan sin embargo, que al descender del auto, la mujer sin problema alguno atraviesa el mural. Más actual es la historia que cuentan los guardias del propio cementerio. Ellos afirman que algunas noches de luna llena, aparece una especie de hombre lobo, pero éste en particular, se mueve muy rápido y su cuerpo no es el del animal sino que la silueta se dibuja gracias a unos palos sin estructura definida.
Con un circuito guiado en el cementerio, es posible además conocer más historias que incluyen automovilistas y promesas de amor que todavía están pendientes en el más allá.

Se trata de uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. A mediados del siglo XIX, a raíz de las epidemias de fiebre amarilla, se multiplicaron las muertes y los entierros (hasta ese entonces más espaciados, dado que había menos habitantes) de forma tal que se volvió complicado meterlos a todos en los nichos de las iglesias, como se acostumbraba hasta ese momento. Se inauguró en 1843, en un descampado que actualmente comparte territorio con Alto Alberdi, Villa Páez, Providencia y Marechal. La distribución es la clásica: los más importantes mausoleos de personalidades públicas y familias patricias al medio y desde ahí hacia afuera se fueron distribuyendo el resto de las tumbas, descendiendo en la escala jerárquica social a medida que se aleja del centro. Es un lugar algo descuidado pero a la vez hermoso en lo que hace a patrimonio arquitectónico, ya que tiene muestras de los estilos de diferentes épocas. Se pueden encontrar los mausoleos de Miguel Juárez Celman, Oscar Cabalén, los Pérez del Viso, De la Sota, El Chango Rodríguez, Genaro Pérez, Emilio Caraffa y muchos otros nombres que hoy son calles de nuestra ciudad. Junto al San Jerónimo está el cementerio del Salvador, llamado también «de los disidentes», porque allí enterraban a los ateos, protestantes, musulmanes, judíos y suicidas.