El Cabildo de Cordoba

Siguiendo el modelo edilicio colonial con arcadas y dos pisos que se replicaba a lo largo de toda América, el Cabildo de Córdoba se construyo a principios del 1600 como una suerte de centro de autoridad, que albergaba a alcaldes, regentes y posteriormente a los Gobernadores de la Provincia.
Dentro de sus claustros, transitaron varios de nuestros próceres nacionales, como es el caso de nuestro de creador de la bandera Manuel Belgrano, El padre de la Patria Jose de San Martin, Santiago de Liniers, Juan bautista Bustos, Gral paz, Gregorio Las Heras, Dean Funes, Pueyrredon, Lamadrid, y el controvertido Marqués de Sobremonte, entre otros.
El antiguo edificio sirvió de cárcel, Palacio de Justicia, Casa de Gobierno e Intendencia, Sala de Representantes, Legislatura, y durante un siglo, Jefatura de Policía dela Provincia (hasta 1989).
El edificio a comienzos de los 90 fue íntegramente reciclado, y a partir de ahí funciona como centro cultural y sede de exposiciones que durante el año se renuevan casi de manera semanal: feria del libro, exposiciones de arte, conciertos de cámara, coro provincial etc.
Dentro de sus amplios claustros, funciona ademas el restaurante del cabildo, la Libreria de la Ciudad, La Editorial Municipal, el Museo de la Ciudad (suelen exponerse objetos religiosos y donaciones de cuadros y arte en general, realizadas por las familias patricias de Córdoba) y la dirección de Turismo de la Provincia.
Si recorren su subsuelo, hay visitas guiadas por los túneles realizados por las ordenes jesuitas, que en épocas oscuras del País sirvió ademas como centro clandestino de tortura.
Un clásico que debe visitarse cuando se se recorre la Ciudad.

Como otros cabildos que quedan en Argentina, nuestro Cabildo ha sido destinado en sus comienzos para fines políticos, civiles y gubernamentales. Actualmente, contempla una oficina de turismo, el Museo de la Ciudad, salas destinadas para exhibiciones artísticas, espectáculos, eventos sociales, privados, etc.
Se encuentra sobre calle Independencia, al lado de la Catedral, entre ambos el Paseo santa Catalina, y del otro lateral esta la peatonal de la calle Deán Funes.
Tiene dos niveles, y en el centro de se encuentran dos patios, uno más chico, ambos enmarcados con columnas arriba y arcos en la planta baja.
El Cabildo tiene muchas riquezas: historia, arte, arquitectura, arqueología, información. Y si desea hacer una pausa, pueden descansar y comer o tomar algo en el restaurante Novecento que se encuentra en el patio. Un lugar de gran calidad y reconocimiento gastronómico.
Por la noche, el cabildo está muy bien iluminado, y la explanada de adoquines que reflejan con un grabado las arcadas de la fachada, es un buen lugar para visitar en los atardeceres.