Gondwana

El lugar de afuera tiene muy buena pinta con un jardín extenso en la entrada lamparitas. Y una de las cosas que nos atrajo fue que estaba alejado del transito y la gente de Guemes.
Decidimos probar una degustación asiatica que constaba de tres platos. El primer plato era una especie de salteado de verduras con unas costras de huevo. El segundo plato era una especie guiso de arroz agridulce. Y el tercer plato era arroz blanco gallo oro con pedacitos de anana. Incomible!!!
Para tomar nos decidimos por la limonada con menta, un desastre, por que el jugo incluia todas las pepas del limón. Lo mas triste es que terminamos pagando un precio altisimo por esta cena, cuando en realidad terminamos comiendo un guiso espantoso.
Gondwana por favor consigan un chef como la gente, alguien que sepa de este tipo comidas.

Llegamos a Gondwana que parecía ser un hermoso bar cultural. La carta prometía y el ciclo de charlas sobre viajes y fotografías también. Era la nochecita y el frío calaba los huesos, sin embargo nos pidieron que esperemos afuera por si se caía alguna reserva. Nos sirvieron una limonada, que supuestamente contenía menta y gengibre. No la encontramos. La jarra era un balde de plástico. Luego de esperar, llegó la hora y no había gente sin embargo nos pidieron que esperáramos media hora más. Muy mala atención y desconsideración.

Mil veces había pasado por este lugar sin detenerme ni a mirar, hoy finalmente decidimos ir a ver qué onda y la verdad es que está bastante bien.
El lugar es simple, pero de todas formas está bueno, hay muchas mesitas afuera, en diferentes niveles y un lugar para que toquen bandas (la que nos tocó la verdad es que no era muy buena, pero tenía bastantes groupies que los festejaban) la atención es descontracturada, quizás un poco demasiado, pero de todas formas bien.
La carta se centra en platos «étnicos» hay un par orientales, algo de comida thailandesa, peruana e incluso un plato alemán.
En un nuevo episodio de «lo que pidió el de la otra mesa se ve mucho mejor que lo mio» pedimos una degustación asiática, para dos personas, que constaba de 3 platos bastante grandes, uno indio, un Pad Thai y creo que un chow fan, como dije eran tres porciones GRANDES, pero ninguno de los platos tenía carne, así que mientras comía el tercero pensaba en una porción de pizza que había en la heladera de mi casa, para peor, a la mesa de junto, trajeron un shawarma ENORME que se veía delicioso, rebosante de carne y felicidad.
Lo peor del lugar, sin duda, son las tostadas que traén con la comida y las entradas, un pan de pizza seco, gomoso y practicamente incomible. El resto de la comida bastante muy bien y el lugar es lindo.
Se puede estacionar sobre San Juan o sobre Paraguay mismo, sin muchas complicaciones.

Bitácora del caminante: Pag. 54 Noches de cena
Este bar situado en un barrio de casonas y espacio verde abundante, alejado del transito pesado y casi ajeno a la vorágine de las personas que transitan las estrechas veredas, nos da como una especie de bocanada de aire fresco, al sentarnos en una de sus mesas sobre elevadas de la vereda, además se encuentra dotado de un extenso menú con comida étnica, de sabores particulares y precios módicos.
Pude el verano pasado, junto a mi madre, que es una vegana muy delicada y de fuertes críticas en cuanto a cultura gastronómica se refiere, pudimos disfrutar uno de sus platos, con condimentos asiáticos, de sabores fuertes y picantes, luego de la cena, la camarera nos recomendó una infusión de hierbas realmente excelente y desde mi punto de vista, lo mejor de la carta, con sabores persistentes pero no invasivos, no recuerdo su nombre, pero no dudo que este era una de las tantas infusiones deliciosas con la que cuentan en la casa para el deleite de los comensales, espero no pierdan esta oportunidad de conocer este lugar, que si bien su decoración y estética no dice mucho, compensa con este elenco variado de exquisiteces.

A pocas cuadras del corazón de la docta (Córdoba) encontramos, apartado del bullicio que suele caracterizar el centro y sus calles atiborradas, un resto-​bar que a lo lejos cautiva la vista de los transeúntes por su iluminación cálida, con colores naranjas y amarillos y con una tenue decoración hindú. El espectáculo visual se fue potenciando a medida nos fuimos acercando: una marcada atmósfera medio-​oriental nos recibió. Con una carta bastante variada, y caracterizada por sus elecciones culinarias étnicas, decidimos pedir un Rotoli de Panceta, comida tradicionalmente de Italia. Qué rico que estaba.
Un lugar agradable, que además de su propuesta culinaria, nos ofrece de miércoles a domingo los show musicales en vivo. Una propuesta bastante completa y con precios accesibles!

Restaurante indio y asiático principalmente, aunque tiene otras varias opciones.
Para quien le guste la comida extranjera, Gondwana es una opción. Con una ubicación que no es muy céntrica, las noches de verano suele llenarse.
El restaurant consta de una sala cerrada con mesas en el interior y mesas al aire libre. Obvio que en veranito siempre vas a tener ganas de sentarte afuera. La atención esta medianamente bien, por lo general hay un par de mozos divididos en la parte de afuera.
La comida es en su mayoría internacional aunque podes encontrar lomitos y pizzas. Yo fui a probar el Pad Thai… demasiada desilusión para mí, a este plato típico de Tailandia le faltaban muchos sabores para llegar si quiera a parecerse. Mucho que desear. Creo que deberían hacer las recetas iguales, porque la gente que tuvo la oportunidad de probar esos platos en los países de origen y va a este restaurant con la ilusión de volver a probar esos sabores se desilusiona totalmente.
La bebida esta buena, hay de todo y con los platos te sirven limonada con jengibre, apio o menta si queres.
Siempre acompañado de buena música, algunas noches funcional y otra donde van grupos a tocar, música tranqui como Bossa por ejemplo.

Me encanta éste bar. Lo que para mí más destaca es la decoración y la comida, porque tenes opciones variadas de de comida tipo asiática. Pero para quien prefiera algo más clásico, también hay pizza, lomito, sándwich y empanadas.
En el caso del sándwich a su vez esta como reversionado, porque para uno de tipo vegetariano (con verduritas varias) o en el caso del tostado, se hacen con una masa de tipo pizza tostada, y le ponen semillas. Estaban buenos, pero a su vez son como muy llenadores al tener esa masa. Olvídense de comerlos con cubiertos, es mucho más cómodo comerlos con la mano.
Fui un día al mediodía a una reunión, y comimos sándwich y unas limonadas y jugo de maracuyá riquísimos.
Suele haber espectáculos de bandas, fui con una amiga una noche y tocaba una banda de bossa nova y rumba brasilera, me gustó la banda.
Los precios están bien, normal dentro de lo que es hoy la gastronomía. La atención fue normal, un poco de demora en la comida porque había bastante gente esa noche.
Esta relativamente cerca de mi casa, no tan en el centro sino más bien en al zona de barrio Alto Alberdi cerca del Shopping Nuevocentro.
Lo recomiendo para ir en verano o en invierno, una opción tranqui y linda.

A veces uno quiere algo interesante y exótico, pero sin tener que ir hasta un barrio conocido como «el barrio de las cosas raras» (estoy hablando de vos, Barrio Güemes). Yo sé que es muchísimo mas fácil pegar una vuelta por ahí y caerte en cualquier lugar con nombre creativo, pero estás perdiendo mucho si no te atreves a salir un poco del camino normal.
Fui dos veces a Gondwana; la primera vez para cenar, y la segunda para desayunar/​almorzar. La verdad que tiene una onda súper copada. Es como una mezcla de hippie, hindú, y tropical. Las cartas son hechas a mano, o parecen, lo que da un aire creativo al lugar.
La primera vez que fui, no me acuerdo bien qué comí, pero la segunda vez pedí un té de masala que fue básicamente como un té chai pero sin leche. Estuvo muy rico y lo tomé con unas samosas. Las samosas tenían lenteja, que no es normal, pero estuvieron ricas igual.
Probé un poco del sandwich de mi amiga, que era un sandwich con pan casero con semillas que tenía panceta, huevo frito, y hongos. Era un sandwich espectacular y terminé comiendo la mitad. Tampoco fue muy caro, así que es bastante económico para lo que te dan.