IPEM 268 Deán Gregorio Funes

Llegar a esta ochava, en el barrio Nueva Córdoba, es reencontrarse con una etapa de la historia de esa ciudad y la provincia.
Este establecimiento nació como Colegio Nacional de Córdoba en 1922, recibiendo el nombre del sacerdote y patriota en 1941. Dependía de la Nación y tuvo hasta tres sedes simultáneas en el centro de la ciudad, hasta que la Nación transfirió a las provincias varios establecimientos educativos en 1993, pasando a ser entonces el Instituto Provincial de Educación Media (IPEM) 268 «Deán Gregorio Funes», que ya en 1969 se había trasladado a este lugar. Un director de entonces, que mucho hizo por el Colegio, era el profesor Martínez Carreras.
Muchas figuras de relevancia estudiaron en el Deán Funes y tuvieron destacados roles en la historia y en la sociedad; el exalumno más conocido fue Ernesto «Che» Guevara, quien terminó la escuela media en 1946, para luego estudiar medicina y participar en la revolución que en Cuba llevó al poder a Fidel Castro, muriendo como guerrillero en Bolivia.
Algunos de los exalumnos de este establecimiento destacados por su actividad cuando pertenecía a la Nación son el escritor Marcos Aguinis, los políticos Oscar Aguad y Rubén Martí y entre otros Teodoro Funes y Miguel Rojo.
También hay muchos exalumnos ya de la etapa bajo la administración provincial, que cumplen importantes roles en diversos sectores de la sociedad.
El edificio, como se dijo, está en una ochava, y al entrar hay un gran patio, aulas y despachos administrativos.
En el hall principal un mural en relieve, inaugurado en 1978, recuerda el bicentenario del nacimiento del General José de San Martin, hecho ocurrido el 25 de febrero de 1778, obra de Susana Bergero y Freddy Reimon.
Hay también un busto del Deán Gregorio Funes, que creo viene de la época en que era Colegio Nacional. Es recomendable, para los exalumnos que pasan por el lugar, sacarse una foto junto a esta escultura, para llevarse un recuerdo de «Don Gregorio», que quedará avivando la memoria de los años aquí pasados.
Este lugar, además, mantiene el espíritu de los alumnos y docentes de ayer, no limitándose al dictado de las materias, sino también tomando iniciativas culturales y sociales.
Los docentes fueron incluidos en el «Proyecto 13», alentando el trabajo de tiempo completo, con una concentración y dedicación a la docencia en sus variantes, como talleres, clases de apoyo y otras.
También tiene en este IPEM repetidas celebraciones el Festival Intercolegial de Cine y Artes de Latinoamérica Cine Tiza, experiencia que comenzó en 2009 y ha llegado a otros establecimientos del país y el exterior.
Entre otras actividades destacamos que el Deán Funes tiene un plan de educación sexual propio, a cargo de docentes y alumnos.
De esta manera el estudiante recibe una orientación importante en esta etapa de la vida, que le ofrece ayuda a través de un Taller de Prevención y Promoción de la Salud, con la colaboración de padres y profesionales, habiendo comenzado esta iniciativa, así como otras mencionadas, con el apoyo de la directora Graciela Santiago.
Estas son solamente algunas de las tareas que se llevan a cabo en este lugar, ya que siempre se agregan iniciativas que hacen de la educación una realidad que trasciende socialmente.
Córdoba siempre estuvo a la vanguardia en educación, con participación de distintos sectores. La Reforma Universitaria de 1918 trajo desde esta ciudad cambios que ayudaron a transformar el país y los colegios y universidades mediterráneos irradiaron su luz de cultura. Hoy, lugares como el Deán Funes mantienen vivo aquel espíritu de libres pensadores y así será por mucho tiempo. Alberto Auné

Bitácora del caminante, arquitectura moderna e historia
En una de esas largas caminatas hacia ciudad universitaria que para mí son un descubrir de nuevas cosas en cada cuadra, es cuando pasando por la vereda de esta escuela tan particular por su arquitectura, antiguamente una de las cuatro primeras escuelas nacionales de Córdoba, muy racional en su morfología, de líneas simples y de implantación casi monumental por abarcar una manzana entera, es cuando una de mis mejores amigas que hizo todo su secundario allí, me cuenta a modo anecdótico que en esta institución en el año 1946 se había egresado un personaje muy conocido y controversial latinoamericano como es Ernesto CHE Guevara, aunque está bastante venido a menos, y por sobre todo degradado, no deja de ser un fuerte exponente de la cultura cordobesa, manteniendo un claro lenguaje moderno junto con la escuela Manuel Belgrano, marcando una época majestuosa de la educación argentina, cuando en estas épocas al parecer lo único que hacían bien era los colegios, en contra posición de la baja calidad edilicia de las nuevas escuelas que hasta parecen hechas de caja de cartón, y con materiales no muy diferentes a este como lo es el DURLOCK

Llegué a conocer este colegio gracias a unas prácticas que organizó mi facultad para colaborar en un festival que allí se realiza. El festival se llama Cine Tiza y es bastante conocido en Córdoba.
Cine Tiza es un concurso intercolegial de cortometrajes, realizados íntegramente por alumnos de escuelas secundarias de la provincia de Córdoba pero también de otros países de Latinoamérica.
El colegio IPEM 268 Deán Gregorio Funes o «Dean Fú», como le dicen los chicos, se encuentra en la calle Perú en barrio Nueva Córdoba. Es un gran edificio, con varios pisos con muchas aulas y un enorme patio. Allí asisten día a día cantidad de alumnos que cursan sus estudios primarios y secundarios. El secundario del colegio cuenta con varias orientaciones.
Fundado en el año 1922 bajo el nombre de «Colegio Nacional de Córdoba», recién en el año 1969 fue trasladado y finalmente ubicado en la calle Perú, donde actualmente lo podemos encontrar. Por sus pasillos han caminado personajes ilustres como Ernesto «Che» Guevara, Marcos Aguinis, Bartolomé Allende, entre otros. El salón de actos de la escuela lleva el nombre del emblemático revolucionario.
Lo que llama la atención del Deán Funes es la importancia que le dan al arte y a la creación, lo cual no es muy común en muchas instituciones. El festival es un ejemplo de esto. Profesores, directivos y alumnos trabajan arduamente cada año, casi sin apoyo gubernamental ni de otras instituciones.