Neumáticos Martín

Cada vez que fuí la atención es excelente, los trabajos de calidad y los precios correctos, sin contar de tienen promociones que abaratan bastante el precio final. Poseen servicios de venta de neumaticos y llantas, servicio de tren delantero, alineado, balanceado y ademas cambio de aceites y filtros.
Estan muy bien organizados, te atienden en una oficina donde se toman el pedido y realizan el presupuesto, una vez aceptado y pagado generar la orden de trabajo para lo cual hay que coordinar con el jefe de los técnicos especialistas.
En caso de cualquier inconveniente, hacen valer la garantía del trabajo sin ningun tipo de problema.

Siendo sincera, solo manejo las cosas simples que hacen al mantenimiento de un auto como controlar el aire a las cubiertas, agua, lavarlo, etc. De ahí a que me voy a referir más que nada a la atención que recibo cada vez que voy a esta sucursal.
Primero, todos los chicos te atienden muy bien y cuando les preguntás algo específico o tenés alguna duda te responden al toque y sin ningún suspiro o risita. Digo esto porque varias veces me ha pasado de tener que ir a un taller de este tipo y vivir como algunos asumen estas actitudes. Acá pasa todo lo contrario, por eso lo destaco.
Si bien ellos no te lo piden directamente, hay que dejarles alguna contribución.
Siempre está concurrida, salvo que vayas por la mañana que te atienden al toque.
También, brindan también otros servicios como alineado, balanceado y venta de neumáticos.
Un dato para los que vienen al barrio: Durante la noche el playón de la sucursal es usada como playa de estacionamiento por la gente que va a cenar a los distintos restaurantes de la zona.

No soy un gran cliente para Neumáticos Martín, pero voy seguido porque me queda de paso y es el único lugar en el barrio adonde no me cobran por inflar las cubiertas de la bici. No es de tacaño, no sé, no me cabe que cobren por prestar el servicio del aire para inflar las cubiertas. Es una de las gomerías más grande y completa del barrio, y está en plena 24 de septiembre, muy al paso. Las cosas que se le pueden pedir como cliente a una gomería son básicas: buena atención, buenos precios, que te solucionen el problema lo más rápido posible y de manera precisa, bueno, se esmeran lo suficiente para cumplir esos postulados. Mi hermano y amigos del barrio van a regular cubiertas, alinear, balancear o cambiar el del auto y no les han fallado nunca. También es importante decir que tienen una playa propia muy amplia lo que permite dejar el vehículo estacionado.
Además de todo trabajo en gomería ofrecen servicios al tren delantero, frenos y también funciona como lubricentro.
Me caen bien los empleados, mientras trabajan se ríen, la pasan bien.

El último cambio de neumáticos que hice antes de vender mi auto (resultó ser una gilada de mi parte ponerle cubiertas nuevas para venderlo, pero bueh) lo hice en Neumáticos Martín, sin tener otra referencia que el auto tenía cubiertas de Pirelli de fábrica y que este local está decorado completamente con los colores y la iconografía de esa marca.
La experiencia fue, dentro de todo, bastante placentera, dentro de lo que puede esperarse, tienen una recepción, donde una persona te atiende, te asesora si tenés alguna duda respecto del tipo de neumático que necesitás, basándose en el auto, el tipo de uso que vas a darle, cuanto querés gastar y etc.
En mi caso no fue necesario porque simplemente quería cubiertas iguales a las que el auto ya tenía, pero que no estuvieran a punto de transparentarse por todos lados, así que el trámite fue bastante rápido, me cobraron, respetando la promoción que Pirelli menciona en su sitio web para sus representantes oficiales, así que bien!
Después de éso te dan la orden para que dos pibes que están en la playa hagan el laburo, en este caso la colocación de los neumáticos primero (en este caso no fue necesario, pero se ofrecieron a poner la cubierta en mejor estado de las que sacaban en la rueda de auxilio) y después el alineado y balanceado. Para ésto último tienen maquinaria bastante tecnológica e informatizada y es entretenido ver cómo lo hacen aunque, como en mi caso, no tengas idea de qué está pasando.
También hacen acá actividades típicas de gomería, como parchar una rueda o inflar algún neumático bajo.