Plaza General Juan Lavalle

Cada espacio del tradicional barrio de San Vicente tiene historia, y esta plaza no es la excepción. Tuve un negocio por 15 años frente a ella, por lo que pasé gran parte de mi infancia y adolescencia recorriendo cada rincón suyo, lo sigo haciendo, y no es sólo mi caso, sino que es una alegría que actualmente se vuelva a ver a niños corriendo por el verde, jugando al fútbol, subidos a los juegos de caño, familias compartiendo mates, y adolescentes a la salida del colegio pasando los últimos momentos juntos hasta despedirse para reencontrarse al día siguiente. Muchos negocios la rodean, por lo que podemos comprar un helado o una pizza y cruzarnos a compartirlo en medio de la plaza. Haciendo un recorrido hasta hoy, hubo épocas de calesita, atendida por Marta y José, de autos y motos a batería, de carreras en bicicleta y las primeras piruetas aprovechando la rotonda central con una escalera en forma de caracol. La plaza ha pasado por muchos estados. Hubo épocas de inundación en el barrio y ella renacía más verde que nunca, otras de descuido y vandalismo, otras en que un grupo de vecinos se dedicó a pintar los juegos y bancos y arreglar sus luces, y se la vio en todo su esplendor. Sus árboles majestuosos siguen siendo sus firmes guardianes, y hoy se la ve muy limpia y cuidada. Mantenerla así y protegerla es una tarea y responsabilidad de todos.

La plaza más grande de San Vicente y en mi opinión la más linda. Ocupa la manzana comprendida entre las calles San Jerónimo al sur, Estados Unidos al norte, Solares al este y Diego de Torres al oeste.
Originalmente su nombre era «Paseo Gavier», inaugurada en el año 1987. En el paseo se podían encontrar juegos para niños como por ejemplo una calesita, y para los más grandes una montaña rusa, que fue la primera en Córdoba! En la parte central, donde actualmente hay una rotonda, había un «kiosco» de dos pisos. En el primero de ellos funcionaba una confitería y en el segundo solían tocar bandas musicales que eran el atractivo principal en esos días.
Actualmente en la plaza Lavalle hay tres sectores con juegos para chicos, una rotonda central con escalinatas en forma de espiral y junta a ella un gran mástil con la Bandera Nacional.
Personalmente lo que más me impacta son sus vetustos árboles, con gruesos troncos de formas locamente irregulares y copas majestuosas… parecen salidos de un bosque mágico de algún cuento, y al igual que en los cuentos, no todo puede ser perfecto. En el follaje de estos gigantes duermen gran cantidad de palomas que parecieran estar entrenadas para atinarle a cuanta persona intente sentarse en un banco por las noches, no sé si me explico.
Un importante pulmón de mi querido San Vicente. Los invito a visitarla, pero sobre todo a cuidarla !