Renato

Ambiente familiar, muy buena atención y la comida excelente. Los precios súper accesibles .
Me tente con lasaña que hacía muchísimo no comía y estaba exquisita. Muy recomendado

Conocí este lugar porque salimos de un acto de colación y era lo más cerca y el resto había ido muchas veces. Llegamos al lugar y quedaba pocos lugares y era LUNES (!), Asi que nos sentamos adentro. Pedimos un lomito-​pizza/​pizza-​lomito y la picada que traía mariscos y demás. A la hora de pedir bebida tenían cerveza pero a la hora de las aguas saborizada no tenian opción, de 3 cosas distintas que pidieron no tenian nada.
RECIEN A LA HORA NOS TRAJERON el lomito/​pizza, la picada que habíamos pedido como entrada brillaba por su ausencia. El lomito no era la gran cosa. Era un pan de pizza cortado a la mitad, con lomito adentro y arriba «como pizza» un poco de queso, morrón y aceitunas pero muuuuy poco, como para darle el nombre pero bastante lejos de lo que esperas como lomito/​pizza.
Después de reclamar por 3ra vez nos trajeron la picada pero nos trajeron la picada básica. Resulta que le dieron la de mariscos a otra mesa y a nosotros la de esa mesa. Intercambiaron los pedidos. Ya eran las 12 de la noche, la habíamos pedido hacia más de una hora y media, ya ni daba reclamar, pero si así tardas un LUNES, no quiero imaginarme un viernes/​sábado.

Excelente restaurante con ambiente familiar. Muy buena atencion. Buen servicio. La carta es poco ambiciosa y bastante corta pero con muy buenos precios.
Al mediodia preparan menues diarios super economicos y abundantes, ideales para trabajadores de la zona.
A la noche ideal para comer unas riquisimas pizzas o unos deliciosos lomos entre amigos o en familia.
Sugerencia: siempre tienen alguna oferta de rabas y cerveza o lomos y cerveza o gaseosa grande.

Renato. Un lugar que la mayoría visita para probar las espectaculares pizzas que realizan en todas sus variedades, que no son pocas por cierto. Además de pizzas este lugar se dedica al a realización de calzonis, empanadas, lomos, tartas, pastas caseras y hasta sándwiches, osea que tienen una variedad impresionante para que pruebes, no porque te digan que tiene las mejores pizzas tenes que quedarte con eso, hace como yo y veni y proba los lomos por ejemplo, que la verdad que están para comerse como 2 o 3 por más que no des más de lleno. La verdad que eso de categorizar a un lugar porque dicen que hace tal o cual comida mejor, me parece que no es tan así. Hay que darle la oportunidad a los chefs que por algo se rompen el lomo laburando todo el día para hacer toda la variedad de comidas para que solo vengas y pruebes una pizza. Haceme caso, veni y proba cualquiera de las otras opciones que este lugar te ofrece y vas a ver que no te va a arrepentir. La atención, los precios, el ambiente y la calidad, todo sobresaliente.

Una pizzería de las mejores de zona norte y podría decirse que de la ciudad. Si bien el local no es nada del otro mundo, como suele pasar en los lugares donde no es necesario ya que la comida habla por si misma.
La pizza de este lugar es definitivamente triquísima, no hay mucho que decir más que la cantidad de masa es la justa y la cantidad de ingredientes es la justa. No probé mucho más que las pizzas más clasicas como la de jamón y queso y la capresse que son siempre mis favoritas, pero realmente dan ganas de ir y probar cada variedad. Otra cosa que realmente recomiendo son los calzonis. Nada que decir de la atención porque realmente me parece excelente.
Lo recomiendo por la calidad de lo que venden y por la buena atención del lugar.

Renato es uno de esos lugares que, a primera vista, no parece la gran cosa, mesitas con sombrilla de las sponsorizadas por alguna marca de cerveza o gaseosa, en un deck medio fulero en la vereda, no parecen indicar que vas a vivir una experiencia TRASCENDENTAL, al margen de que, en esa ubicación, salvo que vivas en la zona o estés yendo o volviendo, de las sierras o del Kempes pareciera no tener sentido detenerse.
Bueno, yo vivo literalmente en el extremo opuesto de la ciudad y, salvo la primera visita, que podría decirse que fue fortuita, cada una de las posteriores fue totalmente deliberada y valió la pena.
Las pizzas son MUY buenas, a la piedra, finitas, crocantes, colmadas del topping que sea que pediste y con materia prima que a simple vista se nota que es de calidad. La de mariscos o la de hongos, por ejemplo son impresionantes, la cheddar y panceta, con ciboulette, es para morirse ahí mismo, de amor o de hipertensión, lo que llegue primero.
Los calzoni también son excelentes y, aunque nunca las probé, las picadas se ven gigantes y súper completas.
La atención está bastante bien, mozos atentos, rápidos y serviciales, no sobresalen, pero sin duda ayudan a que uno decida volver.
No hay estacionamiento, pero no es difícil conseguir lugar sobre la calle en cualquiera de las dos manos de Avenida Colón.