TOYS time

Hace unos días, caminando por las calles del barrio Gral Paz, me llamo la atención ver una vidriera diferente con miles de juguetes vintage y mas aun cuando descubrí entre los cientos de autitos la pista en ovalo scalectrix que me regalaron cuando era chico y no pare de usarla durante años.
Ni bien atravesas la puerta del local, te atiende Gabriel, el dueño, quien es un verdadero apasionado de los juguetes de colección y como el mismo confiesa, le cuesta desprenderse de ellos aun sabiendo que es el sustento de su negocio.
Las vidrieras y los estantes en el interior están repletos de juguetes en perfecto estado que despiertan una nostalgia tremenda y unas ganas de tenerlos a todos.
El robot acuático, el set de aeromodelismo, cañoncitos de plomo de guerra, soldaditos de plástico o los helicópteros a control remoto son alguno de los objetos que para quienes nacieron en los 80 seguro despiertan recuerdos y generan preguntas como ¿donde fueron a parar todos mis juguetes?
La colección que se encuentra a la venta es amplia e incluye set de autos de carrera, clásicos y camiones de diferentes décadas (arrancan desde modelos de 1920), juguetes antiguos a cuerda, pila y pedal, de lata, barcos, trompos, muñecos, y todos los juegos que producieron fascinación en los niños que no nacieron con una play en la mano.
Para quienes tengan juguetes heredados de abuelos o padres y quieran devolverle su antiguo esplendor, en el local realizan restauraciones perfectas.
También podes venderlos, ya que el local tiene la dinámica de compra venta.
El local es un túnel del tiempo y podes quedarte horas colgado viendo todo, lo interesante es que su dueño si percibe su misma pasión, te da libertad para hacerlo, sin cortarte la inspiración visual.

TOYS time, me recuerda al programa de televisión del canal History Chanel, Los Restauradores, en el cual uno lleva lo que sea que tenga que quiera restaurar y los tipos que trabajan ahí te lo dejan como nuevo, impecable, a veces hasta mejor de lo que era. Bueno Toys Time es de ese estilo, pero con juguetes, podes llevar tu antigüedad ahí y hacer que te la restauren a nueva! Es genial, aparte ves en vidriera los demás trabajos que han realizado y te das cuenta que saben trabajar, porque la verdad que lo que se ve ahí es espectacular. La atención es bárbara, el tipo de ahí sabe la historia de cada uno de los juguetes que tiene, o que tuvo o de los que le llevas, parece una biblioteca del juguete, muy bien informado, trato muy amable, todo a la par del lugar, todo va de la mano, nada que criticar. Los precios, bueno depende del trabajo que tome arreglar lo que sea que llevemos, se sabe que lo que más cuesta acá es el tiempo que uno invierte en reparar lo que llevemos, a veces cuesta conseguir las piezas, pero más que todo se paga por la mano de obra y realmente, para ver un trabajo terminado como el que esta gente hace, vale la pena pagar lo que sea que te pidan, porque quedan de maravilla.

Conocí hace tiempo esta Tienda porque me dió curiosidad la propuesta. El local es pequeño, está ubicado en barrio General Paz y se ocupa de vender, comprar, hacer trueques o restaurar juguetes antiguos y de colección. Es visitado en su mayoría por coleccionistas y también por aquellos que aún tienen algún juguete antiguo y desean restaurarlo para que sea usado por sus hijos o sobrinos (como en mi caso). Se desarman, restauran y quedan como nuevos.
En las vitrinas muy bien expuestos tienen mucha variedad de autitos: Fiat, Citroen, Renault, Mercedes Benz, Porsche, Lamborghini, de carreras, taxís y también distintos personajes, aviones y helicópteros. A los que nos gustan los juguetes antiguos nos da ganas de llevarnos todo.
Además resulta inevitable cuando uno entra al lugar que se vengan a la cabeza algunos juguetes que uno tuvo en su infancia o que eran de nuestros padres o abuelos.
La atención es excelente y además te cuentan toda la historia del lugar, sus inicios, su trayectoria. Son muy amables y responsables.
Y en cuanto a los precios, varian de acuerdo al juguete y también en función de la facilidad de conseguirlo.