Pequeño y acogedor, en pleno Florida(no la calle). Llegamos casi de casualidad y decidimos tirarnos en lance porque no estaba reseñado. Al día siguiente me entero que la carta está diseñada por Julieta Lopez May. Apá! El lugar esta ambientado muy bien, muy estilo chic reciclado bien Palermo, la atención es buena pero hay que tener paciencia, un sábado día de brunch hay mucha gente y todo lo hacen en el momento. Compartimos un brunch de salmón que consistía en una sopa del día(de choclo, muy buena) un bagel recién horneado y delicioso, queso crema con ciboulette, huevos revueltos, verduras asadas y por supuesto Salmón y una jarra de limonada(aparte). Como servicio de mesa nos trajeron una pasta de lentejas muy buena con una planificación que haría llorar a cualquier celiaco. Como puntos flojos quiero destacar que no tienen tarjeta de crédito, la atención fue bastante lenta(tardaron casi 30′ en traer el brunch) y que el Salmón se notaba que era congelado, no fresco.