Al Límite es un autoservicio que tuvo un crecimiento exponencial, opacando a otros instalados hace años en la zona donde termina Funes y comienza Roldán. Opino que se debe a que sus precios son quizás un poco más bajos, tampoco esperen super ofertas. Es un almacén de barrio que saca del apuro con unas cuantas cosas, tanto a locales como a visitantes. Es que es una zona de casas de fin de semana que se ve superpoblada los sábados y domingos. En un principio, este negocio«se detonaba» esos días en particular. Pero no sé cómo ni cuándo pasó a estar super lleno de clientes siempre, cualquier día de la semana. Es un local amplio pero tan tan tan lleno de cosas que el lugar para circular se ve reducido drásticamente. Verdulería en un rincón, heladeras con yogures, leches y gaseosas. Una buena góndola variada de galletitas. Un sector de fiambrería y panadería con budines que están bien para los mates. Juguetes de playa, algún salvavidas, camioncitos. Los clientes hacen fila entre las góndolas para llegar a la caja, donde los esperan los cigarrillos y una gran cantidad de baratijas que a veces vienen bien: encendedores, magiclic, ese tipo de cosas. No encontraste la cerveza? Está afuera, en la galería. Hay unas heladeras donde elegís entre un par de marcas, todas por igual de heladas. Al lado, pizzas listas para poner a la parrilla o meter en el horno y unas ensaladas que están más que bien. «Al Límite» un fenómeno de masas.