Maktub

Tardaron como 10 min en atenderme, pido una lágrima tibia, me traen 15 min después un café con leche hirviendo como las entrañas de la Tierra, por suerte muy atentos al momento de cambiárselo, lindo lugar, pero tiene que mejorar la velocidad y calidad de atención.

Es mi mundo privado, y tan privado que muchas veces me escapo cuando quiero estar sola con mis pensamientos y mi mundo interior.
Me llevo mis libretas para dibujar, y me dispongo a disfrutar de este pequeño rincón mágico, que es como mi patio privado para las creatividades.
Soy clienta continua de Maktub, muchas veces desayuno o me tomo el café de la tarde.
Estás escondido aunque no quieras, allí nadie te ve, ya saben los que buscan este tipo de intimidad, eso bajo su techo florecido, sino, dentro tienes un local con dos áreas bien definidas, salón a la izquierda y salón con barra a la derecha.
No sé por qué, pero allí se me despierta la cabeza, comienzo a dibujar mis joyas y vuelo despacio sin ser molestada.
Por más que haya mesas llenas, siempre te sentirás a gusto; si quieres ver gente, te sientas en la vereda y como es una zona donde hay comercios bonitos en estos nuevos locales de Paseo Elorza, disfrutarás del ir y venir de los compradores y de los coches.
Creo que diseñare algo especial y utilizare este bar como mi gran musa inspiradora, al fin y al cabo, voy expresamente a encontrarme conmigo misma y mis posibles creaciones.

Como me gusta esta pequeña isla en medio de Funes.
Es como si fuese mi oficina desde temprano, cuando tengo que salir hasta la ruta a esperar el autobús.
Hoy particularmente, hacía un calor fuera de lo común, se me iban pegando las suelas al pavimento, creía que iba a desfallecer en plena mañana y aun no eran las diez.
Pero allá lejos, sabía que me esperaba mi rincón paradisíaco, donde si quieres, puedes estar sentado perfectamente bajo la parra, resguardado del calor y la lluvia, o en su interior, porque sabemos los asiduos, que el aire acondicionado es tipo la era polar.
No más entrar, salude a mis conocidos, más allá había un señor conectado a los enchufes de la pared y al Wi-​Fi que funciona muy bien, y tras mi periódico en mano, me pedí el desayuno con las medialunas rellenas de jamón y queso que me apasionan.
Es paz, es una isla como les dije antes, donde la atención es buena y si quieres a la tarde te puedes tomar una cerveza.
La verdad es que prima el silencio en este lugar, musiquita baja y solo el ajetrear de la moza que va y viene sola y con su bandeja.
Más de una tarde, me ha encontrado este lugar encantado escribiendo mis historias y mis cosas, que son proyectos de las que pienso hacer pronto.
Seguir viaje me iba a costar mucho, cuando abrí la puerta, el calor me tiro contra la pared, pero hay que seguir.

Maktub se encuentra en el Paseo Elorza y es de color bordo borravino. Lo que mas me gusta es el logo del local, que se ve en una de las fotos.
En un comienzo era una panadería, pero con la llegada de los nuevos duenos, el lugar incorporo un bar. Siguen vendiendo pan y facturas y es un buen lugar para ir a desayunar y leer el diarios, pero también es un buen lugar para ir a tomar una cervecita alas 7 de la tarde y picar algo.
Las chicas que atienden son muy amables pero suelen tardar bastante en traer las cosas, me parece que es porque son pocas chicas para la cantidad de mesas que hay en el local. La parte mas linda es la que esta al aire libre, con mesitas de madera y las sillas que parecen las de director de película que me encantan. Tiene buenos precios y la comida es muy rica.