Nunca se caracterizó por ser barato pero es la mejor cada de novias de la ciudad. Sus vestidos son sublimes, hermosos y con todos los detalles. Cuando entrás te atiende Katy, su dueña, y apenas le das una idea de lo que querés ya se hace la imagen en la cabeza y busca las opciones perfectas para vos. Tu vestido de novia, de 15 o de madrina tiene que ser especial, es un momento único en el que te tenés que lucir y estar perfecta. Y si vas a Katy lo vas a lograr. Sus costuras son perfectas y sus modelos de los mas originales y sofisticados. Los materiales son de primera calidad, abundan las piedras, los cambios de textura y las mejores telas. El lugar es soñado, el probador, de princesa, esos que solo se ven en las películas y Katy súper dulce con toda la paciencia del mundo. En su vidriera abunda el brillo, el glamour y el romanticismo que esos vestidos necesitan. Es muy probable que cuando entres, todo lo que veas después no te va a gustar. A mí me pasó.