Clinica Conci Carpinella

Hacia fin del año pasado a mi mamá le tuvieron que hacer varios estudios, la mayoría por imágenes; algunas radiografías, un par de ecografías, una cámara gamma y hasta una tomografía.
Eran varios estudios distribuidos a lo largo de una semana y algunos de ellos llevaban toda una preparación previa y durante el lapso que duraba. El médico de cabecera de mi mamá y toda la familia necesitábamos descubrir que era lo que le causaba tanto dolor en el pecho, fatiga y por momentos asfixia.
Llegamos a la clínica con el turno en la mano, solo solicitaron en el mostrador el número de documento de mi mamá, la orden y nos derivaron hacia distintos pasillos. fue toda una odisea encontrar el box donde te recibían y te derivaban a cada especialista, pero todos los que trabajaban en el lugar parecían consientes de eso y te guiaban muy gentilmente a cada consultorio.
Mientras hacían cada estudio, durante los días que siguieron a lo largo de la semana, mi mamá entraba y yo esperaba muy expectante en la sala de espera y cuando salía nada nuevo habían detectado en su pecho, funcionaba normalmente; esto hacía que el dolor le aumente y se agitaba con mayor frecuencia. Hasta que llegó el turno de uno de los estudios que mas temor producía, por toda la preparación previa que tenía y porque implicaba meterse, literalmente dentro de un tubo. Y las condiciones de salud de mi mamá no eran las más propicias. Pero la médica que nos recibió nos contó cómo funcionaba, nos explicó cada detalle, que podía llegar a sentir y lo benéfico que podía ser el estudio a las alturas en que estábamos; asi que al tubo mágico fue mi madre.
El final de la historia es que le detectaron con este estudio y analizando el resto que no tenía nada físico, grave, solo el paso de los años. La mandaron a realizar una actividad al aire libre y tratar de bajar el stress laboral.
Gracias a Dios mi mamá no tenía nada pero sólo gracias a que fuimos a esta clínica que se especializa en diagnóstico por imágenes pudimos descubrirlo y esto obligó a mi mamá a que se relajara un poco.