Rodeo es una parrilla al paso que no tiene absolutamente nada de glamour, en la tele pasan boxeo y podes elegir entre comer en una barra entre dos gorditos con espalda de plomero o unas modestas mesitas en un pasillo. Lo que no tiene en elegancia le sobra en calidad. El servicio es rápido, sencillo y atento, la carne pese a ser de feedlot es sabrosa, no cocinan con sal por lo que es apto para hipertensos, no hay menú para vegetarianos, pero pueden elegir entre una variedad clásica de ensaladas y las papa fritas son de papa de verdad. No se puede ir en grupos grandes y es ideal para un sandwichito de bondiola a la pasada en un día de resaca. La primera vez que fui fue un San Valentín hace dos o tres años, no habíamos reservado en ningún lado y no conseguíamos donde comer. El amor del parrillero por las brasas y el olorcito a humo con el que nos fuimos del local nos acompañan hasta el día de hoy. Les prometo una foto mejor para la próxima.