Rooibos

Antes de entrar, debo haber pasado unas 20 veces por el frente del local y nunca le había prestado atención… Hasta que un fresco y glorioso día, lo vi, brillante y cálido, llamándome con las tortas en el escaparate!
Si, el local es chico en la planta baja (tiene 3 mesitas y un pequeño livingcito en planta baja, una barra y no mucho más), tienen un espacio más grande y cómodo en la planta alta –que, si no entendí mal, se puede reservar para grupos, etc-​. Pero si el lugar es chico, el corazón es grande (?). Y se nota, tanto en los productos, como en la atención: buena onda, te recomiendan con ganas, están atentos, todo lo que puede estar bien en este punto, está bien.
Todo, todo, TODO lo que está a la vista, tiene una pinta y un aroma hermoso. Y no sólo queda ahí. Yo probé la carrot cake, que viene con una capa de crema divina. SIN PA-​LA-​BRAS. Alucinante. Era como comer un pedacito de cielo. Fue como comerse un pedacito de nube por lo suave y esponjosa. Otro dato de suma importancia: la porción ($ 40) es grande. Pero grande posta. Nada de porciones francesas.
Y para bajarlo, pedí recomendación, como debe ser cuando no se tiene mucha idea. Me dieron a elegir entre unas 3 o 4 opciones de té de rooibos, y terminé decantandome por una que, si mal no recuerdo era con Butter Toffees (no tengo idea cómo se mezclan estas cosas, pero…) y fue un viaje de ida.
Me trajeron la tetera y una taza grande de esas que usaban las abuelas, y ya no pude pensar en más nada que en comer y tomar eso que era como tomarse el llanto de un panda bebé mezclado con el de un unicornio. LOCURA TOTAL. Llené la taza dos veces, y si fuese por mí, hubiera seguido tomando ese té hasta explotar.
En resumen. VENGAN, o vayan, o lo que sea. Si la necesitan, busquen una excusa, pero no se pierdan este lugar. Posta, vale la pena.

Muchas veces la gente piensa que el tamaño de un local es señal de su calidad. Ese puede ser el caso pero no necesariamente. Rooibos es un ejemplo de que a veces «menos es más».
El local tiene una mesa en el exterior y 3 en el interior, mas una mesa ratón y un sillón, y en total acomoda al mismo tiempo a unas 10 o 12 personas. Si, suena chico, pero hay que tener en cuenta que es un local nuevo, con no mas de dos meses de existencia. Además, hay una sorpresa. En el segundo piso, junto con el baño, hay una pequeña sala de estar y al fondo, un living. Si, un living, completo. Una mesa para unas 8 personas, decorado muy sobriamente con un estilo hogareño, un par de sillones. Es un lugar perfecto para reunirse con amigos, y hasta se puede tomar mate! (ojo, hay que reservar el living porque si bien el local es nuevo su buen servicio ya le ganó varios habitués).
Con un menú de opciones interesantes hechas con materiales de primera, que incluye aguas naturales (se venden para llevar también) y variedad de sándwiches y ensaladas, además de una gran atención al detalle y la ambientación, no hay razón para no visitar Rooibos, en mi opinión, uno de los mejores cafés de La Plata.
PD: a tener en cuenta, no venden gaseosas ni nada artificial del estilo. El agua saborizada es hecha por ellos mismos.