Montecatini

Montecatini es un clásico de Mar del Plata, famoso por la calidad de sus pastas. Después de leer reseñas malas sobre él tuve mis dudas sobre volver a sentarme en una de sus mesas, pero finalmente volví cuando visité la ciudad.
Después de haberme llevado en otros lugares varias decepciones siendo engañada con las falsas promesas de platos «gratinados», recibiendo salsas en su lugar (siendo amante del queso me rompe el alma), me alegró muchísimo ver que lo que describíà la carta se hizo realidad. Pedí unos ñoquis gratinados, y fue exactamente lo que recibí. El sabor me dan ganas de tomarme un micro con destino a Mar del Plata para pedirlo de nuevo.
Me atreví también a probar un raviol con salsa bolognesa que había pedido un familiar, y aunque generalmente no sería mi opción preferida me pareció muy bueno.
Probablemente hayan bajado la calidad, no tuve el placer de probar tantos platos para indicar lo contrario, pero sigue siendo un buen lugar para comer pastas.

Ante una ciudad colapsada en plena temporada y filas de gente haciendo cola en la gran mayoría de las opciones céntricas, la espera y desprolijidad propia de una situación así es algo por lo que no se puede culpar (al menos completamente) al lugar.
Ya ubicados y atendidos (atentamente, aunque a las apuradas) la mayor sorpresa estaría por venir: y algo a lo que se le podría adjudicar TODA la culpa al lugar. Con ganas de algo rápido y sin muchas pretenciones, nos decidimos por unas hamburguesas con papas que –tras haberlas visto en otras mesas– se veian como mínimo llamativas.
Pero he aquí el momento trágico (con tip incluído): cuando la comida es recalentada, SE NOTA. Por más onda que se le ponga, por más que un mar de gente esté a la espera, por más que uno le busque la vuelta… es algo inadmisible. Si voy a tener algo recalentado, me quedo con las sobras de casa.
Gracias pero no.

Llegamos a Mar Del Plata x la noche, sin muchas ganas de buscar un lugar para comer y este era el más próximo al hotel. Lo primero para destacar fue la atención del mozo. Excelente. Pedimos una tabla de mar y media de fritas con dos cervezas. Las porciones abundantes, comimos 3 personas bien. La relación precio-​calidad también es muy buena. En líneas generales una muy buena experiencia para salir del paso.

Una vergüenza. La calidad ya no es lo que era. Hasta me dieron puré instantáneoooo! Con decirles que lo mejor de la cena fue la wifi! Un desastre todo aunque el pobre mozo se disculpó y fue muy correcto no vuelvo más.