Topo Gigio

Cuando era chiquita ir al kiosco era sinónimo de Topo Gigio. Es y fue el kiosco y librería de mi barrio. Tengo muy buenos recuerdos de ir a comprar las galletitas Manón antes de entrar a la escuela, o de elegir el papel para forrar cuadernos y carpetas.
Tenía teléfono público y hasta era oficina postal.
Con los años siguieron ampliando el negocio con fotocopiadora y hasta juguetería y perfumería, en la actualidad.
El dueño fue una gran persona en el barrio y es muy recordado por organizar a los vecinos con la Asociación de Comerciantes de la calle Agüero. Sus hijas se hicieron cargo en los últimos años y es muy lindo pasar y recordar cuando todas eramos unas niñas.
Bajar del colectivo y entrar por golosinas me remonta a mi infancia y ya por eso vale las 5 estrellas.