Si bien en los últimos tiempos su fama fue en ascenso, Pizza Libre ya no es lo que era. Las pizzas eran muy ricas y con ingredientes frescos, pero la calidad menguó. No me malinterpreten, no son malas, pero tampoco son la ricura de antes. Considerando todo esto, dentro de todo no está tan mal, para una salida con amigos no tan exigentes es una buena elección, ya que el lugar invita a quedarse para una cerveza más u otro café.
Carolina M.
Rating des Ortes: 2 Buenos Aires, Argentina
Pro: la pizza es «rica». Contra: solía ser riquísima Las comillas vienen a cuento porque si bien la masa(a la piedra) y la muzarella estaban bien, el resto de los ingredientes no tenían gusto A NADA o directamente eran feos(que fue el caso del tomate que estaba incomible). Las únicas porciones que disfruté fueron la de ananá y la de panceta, que estaba bien preparada. El resto un desastre: los champignones eran de lata y desabridos, el morrón estaba hervido y todo baboso, las cebollas casi sin cocinar y la albahaca bien gracias. Hace tan sólo cuatro meses fui a cenar y absolutamente todo estaba riquísimo, el provolone parecía extraído de las patas de un ángel y todo tenía mucho sabor. Hoy, el queso que usan directamente no es queso, y todas las pizzas son una masa uniforme sin nada para destacar. Me da pena, porque fueron las pizzas más ricas de mi verano. El lugar es lindo, una antigua pulpería reformada y muy limpio(hasta con juegos para los más chicos), y un plus: el precio. Pizza, empanadas y bebida libre + postre = $ 96. Sólo pizza y empanadas = $ 66. La bebida libre es gaseosa, pero si la pedís aparte puede ser cerveza o vino(Bodegas López). Aunque ahora que desmejoraron tanto la calidad, el precio no resulta tan llamativo.