Quinta Presidencial de Olivos

Primero aclaro esto: las 5 estrellas es por lo imponente del lugar y lo lindo que es por dentro, poco tiene que ver lo que representa o quienes la habitan ya que solo es un lugar de transito para cualquiera de los presidentes pasados, presentes y futuros.
Dicho esto vamos a lo nuestro…
En 1941, la Corte Suprema de Justicia de Argentina dictaminó que se llamara Quinta presidencial de Olivos (los que vivimos cerca la llamamos: La Quinta de Olivos) y es donde reside el o la actual presidente de la Nación Argentina.
Un poco de historia: Carlos Villate Olaguer al fallecer en 1918, dejó escrito en su testamento que donaba al Estado Nacional la chacra en la que había vivido tanto él como su tatarabuelo, el virrey Antonio Olaguer Feliú.
La construcción del chalet presidencial fue realizada en 1854 por Prilidiano Pueyrredón, miembro de una de las familias patricias de San Isidro e hijo de Juan Martín de Pueyrredón. En la quinta habitaron diferentes presidentes, entre ellos Juan Domingo Perón, quien muriera en ella durante el ejercicio de su presidencia, el 1 de julio de 1974.
Se dice que si un presidente no quiere radicarse en ella, la misma debería volver a sus herederos.
Cada nuevo presidente hace sus pequeños retoques para quitarle la personalidad anterior y luego se escuchan historias incomprobables de las cosas que hicieron o se hacían.
Si bien tiene varios accesos y depende de los usos, el principal esta por uno de sus laterales en la Calle Carlos Villate al 1000.
Yo ingrese en varias oportunidades, destaco dos: una con el colegio cuando era apenas un pequeño puerrete y cuando se hacían visitas guiadas para estudiantes y luego ya de adolescente en 1995 para «cubrir» para una radio donde trabajaba el velorio de Carlos Menem Junior.
Por dentro el lugar es inmenso, y se puede chusmear por Google Maps.
El lugar tiene seguridad perimetral electrónica y humana (que no esta para cuidarte a vos sino a la Quinta), las garitas ahora se multiplicaron y tienen Aire Acondicionado sumado a un sistema de alarma en los muros, etc.
Debido a las continuas manifestaciones ya es costumbre ver el vallado reposando sobre Av Maipu, a la espera de que alguna violenta turba de zona norte se acerque con aplausos para colocarlo y evitar desmadres.
Los deportistas (no es mi caso) suelen correr, trotar o caminar por los alrededores, donde hay que tener cuidado porque se suelen cometer actos delictivos para sorprender a los runners.
En los últimos años se mudaron a los arboles de la Quinta, cotorras que fueron teniendo familia, si bien son simpáticas criaturas verdes son mas una plaga ruidosa y molesta, porque durante el día van por todo el barrio y aledaños buscando comida.
No es un lugar abierto al publico para visitas.