Viejo Hotel Ostende

Me encanta este lugar, me llevaban mis viejos cuando era chica y son mis mejores recuerdos de vacaciones. Es para todas la edades, y siempre disfrutable. El hotel es hermoso, conserva la esencia de la epoca cuando se contruyó y tiene como 100 años. Tiene habitaciones «antiguas» muy tranquilas y mis favoritas, hay una sección remodelada con mas comodidades modernas y despues una sección de apart.
El servicio super amable, la comida de la cena increible (cuenta con cambio de menu para chicos que es un plus), guarderia para chicos muy divertida, carpa en la playa incluida con la habitacion y salón de juegos con metegol, pin pon y pool además de wifi
Es un hotel para ir a descansar y con el ambiente ideal para lecturas.
Es un lugar con historia propia que alojo al autor del principito en sus viajes a argentina y que invita a recorrerlo y aprender su historia.
Recomiendo especialmente las habitaciones de la torre.
Tampoco se puede dejar de almorzar en el parador que tiene el hotel sobre la playa escondido entre las dunas, con comida muy rica y una vista bonita al mar.
En resumen, un hotel que es una experiencia en sí y de las mejores experiencias que yo puedo recomendar.

Un clasico de la localidad mantenido en el tiempo. Mi novia me llevo a regañadientes porque ella habia parado muchas veces ahi de chica. Fuimos al parador del hotel (con las hbaitaciones del hotel se incluye una carpa en este) y pedimos una jarra de limonada.
Todo muy tranquilo y muy bien conservado. Ideal para alejarse del bullicio de la costa verde. Precios moderados pero baratos a lo que uno encuentra en los centros turisticos.