La ciudad de Paraná es muy pintoresca y su gente muy amable. En un día de trabajo agitado, aproveché para entrar en el bar que más llamó mi atención: el Flamingo Grand Bar(FGB). Desayuné y me quedé haciendo tiempo para aprovechar el aire, porque el día fue agobiante. Y después de recorrer, tratando de encontrar otro lugar para conocer, volví a almorzar. Tuve que reincidir y no me arrepiento de nada, Sr. Juez! Cuando uno tiene poco tiempo en un lugar quiere conocer lo más posible, pero cuando un lugar no falla no te da pena volver. Me pasó lo mismo con El Banco Pub en Victoria. La atención fue de primera, digna de un cafetín del centro con sus mozos con años en horas de vuelos). En el desayuno lo que más me llamó la atención fue la canasta de tostadas que te dejan. El par era buenísimo, y me hizo sentir en una mañana de domingo cuando desayunas con todas las ganas. Algo a mejorar, el exprimido no era natural. Para el almuerzo me pedí una ensalada que prometía pero terminó siendo bastante básica. No obtante lo cual, ahí es cuando la atención del mozo hace la diferencia. Te puede pasar de todo, pero si siempre te sentís bien atendido uno hace la vista gorda y se centra en los detalles positivos. Se notaba que era el lugar predilecto de los«amigotes del centro»(ese grupo de cincuentones que almuerzan juntos y meten más horas de café que de laburo). Estas personas muy pocas veces se equivocan a la hora de elegir un lugar donde pasar los mediodias. Ya volveré a visitar la hermosa Paraná y seguramente, volveré a tomar mi desayuno en el FGB. Que además tiene una hermosa vista a la plaza 1ro de Mayo!