Restaurante y café a orillas del mar. La ubicación espectacular, en una de las mas hermosas playas de la Patagonia. Tiene bastante espacio afuera, en el balcón que tiene una vista franca de toda la rada. Lo negativo es que estar afuera implica el doble de espera porque la atención no es de la mas experimentada, es cordial, con mucha buena onda pero falta experiencia. En cuanto a la cocina, nada espectacular. Quizás para la zona es bastante buena, porque no hay muchos restaurantes, pero repito que no es de lo mejor, tampoco lo peor… normal. No tuve nunca muy buenas experiencias, siempre todo lento. Los tostados con el queso frío sin llegarse a derretir, una decepción…es un tostado, tostar y fin, y no lo pudieron hacer, y además tardaron casi media hora para traerlo. Le daré nuevas oportunidades, porque realmente es muy placentero sentarse afuera en verano. En resumen no vengas por la comida, porque zafa, pero vení a relajarte mirando la maravilla del atardecer en Rada Tilly y que lo que consumas sea un accesorio de este hermoso evento.