Una de las mejores parrillas de la ciudad, y de la mejor de esta lado del rió. Siempre miro el asado que no es hecho en casa con recelo pero acá es igual que hacerlo vos, la calidad de la carne es muy buena, excelente, la parrilada tiene todos los cortes, hasta lechón y suelen tener chivito a veces, los chinchulines ay ke dio mio braian. Lo MAIAMEE de la carta es que la parrillada es diente libre, nada que te traen unos cortecitos y chau, no, podes repetir tranquilamente. El precio no es de lo mas barato pero en relación al precio esta muy bien. Tiene varios platos«gourmet», pero a quedarse tranquilo porque las porciones no son esas cosas minúsculas que terminas de comer y te sigue haciendo ruido la panza, al contrario, son perfectamente llenadoras y sobra, la bondiola de cerdo con hongos de pino es muy buenísima. Tiene una carta de vinos amplisima, las botellas estan exhibidas en el lugar y hay hasta abajo de la mesa casi. Bueno respecto de los postres dos se destacan, el flan y el tiramisu; el flan no es de esos mini flancitos que te quedas con ganas sino al contrario, es una porcion abundantisima que estas obligado a acompañarla con crema y dulce de leche. El tiramisu es excelente, el sabor es perfecto, la textura también, la porción es grande pero como no es empalagosa confieso que he pedido dos cual Maria Marta Serra Lima. El lugar es muy rustico, tradicional y lindo, esta muy bien mantenido casi originalmente, es como su nombre lo indica un viejo almacén tradicional de Rio Cuarto, cuando voy con mi familia siempre cuentan anécdotas de cuando compraban ahí. La atención esta bien también, los mozos son muy buena onda y atentos, siempre pendientes. Conviene reservar porque se sabe llenar, cuando entras te recibe una chica y te ubica ahí nomas. Tiene algo que a los Unilocalers nos gusta muchismo: descuentos, con la cuenta te traen 2×1, aunque solo son validos los dias de semana, pero igual esta buenisimo.