Cuanta falta hacia un pequeño gran negocio de vinos en Roldan. Esta bodega encierra un gran secreto, su dueño. Culto y con muchos años de enología en la cabeza, conocedor de aromas y sabores que te dejan azorado cuando comienza a describir un vino hasta su última fruta o tratamiento. Lo encontré por casualidad, me avergüenza, pero fue así, y digo vergüenza porque nunca pensé que habría una vinería boutique en Roldan. Pero, un día caminado de paseo en esas tardes que quieres salir a estirar las piernas, me dije, ¿y esto?, y allí estaba, me convertí en cliente. La variedad es muy interesante, y más cuando el mundo del vino que se ha diversificado tanto, hace que por más que conozcas marcas o te hayan dicho nombres, lo que importa, me explico, es la cosecha. Muy sabiamente me dijo, si tu conoces la cosecha de la provincia, o del viñedo, sabrás si la botella guarda un elixir o un buen vino. Y así es como cada vez que voy, me recomienda en un baremo de 40 a 70 pesos, diferentes maravillas que hacen de mis cenas con amigos o con mi señora, un complemento perfecto y me convierte, en un pequeñísimo experto aunque sea de la botella que he comprado.