Este negocio es uno de los más nuevos de Avenida Alberdi. Se ubica sobre esta misma calle a la altura del 600, y solía haber otro local de ropa femenina pero para adolescentes que cerró hace un par de años. Se dedica a la venta de prendas y accesorios para mujeres, y lo más lindo de todo es la variedad no sólo de ropa sino también de talles. Hay prendas para todas. Cualquiera sea su edad y su talla, acá seguramente van a encontrar algo de su agrado. Ya sea para regalar algo a una amiga, tía, abuela, madre, hermana, o para darnos un gusto a nosotras mismas, ésta es una excelente opción. Los precios son accesibles, y muy económicos si los comparamos con las grandes marcas que encontramos en los centros comerciales. La atención es muy buena. Las vendedoras son super amables y simpáticas, te aconsejan sobre cómo combinar las prendas y hasta recomiendan accesorios para complementar. Muy lindo negocio.
Maria Eugenia J.
Rating des Ortes: 4 Rosario, Argentina
Tenía que comprar un regalo para una señora de unos 70 años, tarea difícil, lo que estaba muy bien, es que ella tiene un estilo moderno, no es una señora que vista con ropa antigua. La gran lucha de nuestros días son los talles, nos quieren hacer creer lo que no somos, y ese simple pensamiento me llevo a esta tienda que anuncia justamente esta cualidad. Son muy divertidas sus vidrieras, y la capacidad de combinaciones que ellas te proponen. Como había espiado en un descuido la talla de sus blusas, supe de antemano que no me equivocaría. La pregunta que más me entusiasmo fue, ¿y la señora es morena o rubia?, me dio la pauta de estar tratado con gente entendida. Así me fueron mostrando posibilidades y llego un momento que todas me gustaban. Pero había que elegir y me quede con una de color verde esmeralda que sabía le quedaría perfecta y seguramente estrenaría en la primera ocasión. Ellas te ofrecen algún complemento, y me convencieron pronto de un sencillo collar plateado que iría muy bien para completar el regalo. La sorpresa fue muy grade cuando la llame por teléfono para ir a cenar a un lugar muy bonito cerca de allí, y al acercarse llevaba puesta su nueva camisa y su collar, lo que no se podría comprar, era la sonrisa de una mujer preciosa por donde la miro, valiente y encantadora.