Bar Alem y 9 de julio

Me gusta mucho el look que tiene este bar, está pintado de blanco en sus paredes, es absolutamente vidriado y de sus ventanales cuelgan cortinas blancas, todas sus banquetas y mesas están recicladas con papeles de diarios y revistas. Es muy original y orgánico.
Algo muy particular de este sitio es que está justo en frente en diagonal al hospital Provincial, un espacio público muy concurrido en la ciudad y en el cual asisten tantas personas durante todas las jornadas, todos los días, que es incontable. Así que la posición es bien estratégica. Siempre hay gente aprovechando sus servicios.
Los enfermeros y mozos a veces se cruzan a despejar un rato, también mucha gente que trabaja por la zona o padres con sus hijos al salir de la escuela.
La cuestión es que el horario ideal para ir es a la tarde porque las meriendas son muy ricas y hay unas promociones que están buenas. Por poca plata comes mucho. Eso es lindo.
Mi opinión particular es que es un buen bar para el invierno, porque las mesas están todas adentro y tienen aire y calefacción, tomar un café con leche cuando estás de paso mientras miras al frío desde adentro del bar, es un lujo.