A éste bar lo suelo frecuentar desde chiquita, porque queda muy cerca del trabajo de mi papá, y es donde él habitualmente almuerza los días de semana. Si bien tienen una oferta gastronómica para éste tipo de bares, con menús ejecutivos, el lugar me gusta mucho. Está ubicado dentro de la galería Pasaje de la Nación, en la intersección de las peatonales Córdoba y San Martín. Y tiene una singular tranquilidad, a pesar de estar ubicada en pleno centro, a metros de la city bancaria. El bar es bastante chiquito, pero también tiene mesas en el corredor de la galería, a ambos lados. Hay muchas plantas en macetas, e ingresa luz natural por unas claraboyas. El interior es también muy luminoso, y las paredes están pintadas con motivos florales, muy cálidos. Las mesas de madera le dan un toque antiguo, que está bueno. Los precios son accesibles, y la comida es buena. También tienen buenos desayunos, y las tortas que venden son muy ricas. El ambiente es climatizado, tanto para verano como para invierno.