Bárbaro

Unos ochentosos vidrios polarizados hacen de fachada para este elegante salón de fiestas. El salón tiene dos plantas, por lo que es ideal para separar cada evento en sus fases: recepción y fiesta. Fui como invitada a un casamiento. Quedé encantada con todo.
La decoración incluye mármol, vidrios y acero. Algo fría, pero sofisticada. Ideal para esas copitas de champán que los mozos reparten ni bien una llega. Los canapés no son mi fuerte, suelen tener un sabor un tanto exagerado, pero de todos modos, ayudan a esperar los platos de la cena.
Con respecto a la comida, me resultó exquisita. De entrada creps de verdura y pollo, todo casero, como si lo hubiese hecho la propia abuela. Como plato central, pollo con crema de champiñón y papitas redondas. De postre, peras al ron con una bocha de helado de americana, y con hilitos de chocolate decorando el plato.
El espacio es suficientemente grande como para que unas 100 personas bailen tranquilas. Me resultó atractivo el hecho de que la cabina del DJ se encuentre en una especie de cápsula sobre la pista, y sobre una barra desde donde salían tragos y cervezas. Muy lindo, chin chin.