Un clásico que sigue siendo clásico. Encontrarte con un bar que no ha cambiado tras el trascurso del tiempo sin dudas puede ser algo muy malo, o algo muy bueno. Cacique Bar supo hacer el cambio en algunas cosas y seguir igual en muchas otras. Si bien hace tiempo se ubica cerca de la rotonda y ofrece el mismo menú de hace tanto tiempo supo mejorar en hacer un patio amplio, mejor ambiente, cuidar su estética y sobre todo ofrecer Delivery(increíble como entran y salen los cadetes en una noche de domingo regular). Lo bueno que tampoco cambio su comida que si bien no es ni mucha ni poca, es sabrosa y a un buen precio; para que se guíen, tienen una pizza napolitana de 8 mas una cerveza imperial y 3 bombón suizo de postre por $ 230(F.14/02/2016) La atención es rápida por las mozas que asombran como se mueven. No hay zona para niños así que es probable que te encuentres con chicos corriendo por el patio y si vas afuera cuidado con las clásicas sillas playeras que como están sobre piedritas blancas, un mal movimiento para atrás y vas a hacer el hazme reír de las caídas. ¿Lo bueno? Comida rica sin mas ni menos, rápida atención, excelente Delivery, y precios acordes. ¿Lo malo? Aunque sea cómodo llegar es lejos y le faltaría un poquito mas de variedad a la carta. En resumen: Salida de amigos, reunión express o cena que no quieres cocinar. No destaca por mucho pero es bueno y no te va a decepcionar.
Rocío E.
Rating des Ortes: 2 Rosario, Argentina
Hubo un tiempo que fue hermoso. O que, por lo menos, era una de las pocas opciones de la zona de Fisherton. Las noches de Cacique se llenaban. Los adolescentes se encontraban ahí para beber una tras otras sus cervezas, en tanto que las parejas y familias pedían sus pizzas y aguas minerales. Hoy han surgido otros puntos de encuentro, por lo menos para salir a comer pizza. Sin embargo, la muchachada se renueva y sigue sentándose en sus mesas al aire libre para las cervezas acostumbradas. Cacique es una buena opción pasar a beber y comer algo los días de semana, por la noche. Entonces el clima es mucho más íntimo, y es posible sentarse en la barra y pedir algo digestivo. Lo bueno es que es una opción accesible al bolsillo, y que el ámbito en general es descontracturado, o sea, no es tan careta como otros sitios de la zona. La atención siempre ha sido piola, el clima familiar. Un punto en contra, para mi gusto, es el nombre: «Cacique», me suena a niño malcriado, como que quedó anacrónico ese título para un bar. Creo que el bar tendría mucho más éxito si se llamara, por ejemplo, «La tribu».
Magalí S.
Rating des Ortes: 4 Rosario, Argentina
Cacique es el bar que sí sabe guardar las mejore anécdotas. Qué decir del bar de mi adolescencia y ya entrada la adultez. A Cacique voy desde los 14 años, y ya tengo 33, imaginen que si me gusta. El lugar ya no dice mucho. En sus comienzos, era todo un emblema mesas altas, las lámparas de paja, el patio de piedras que tiene en su entrada. Hoy esas cosas ya no llaman tanto la atención de los comensales. Pero sí sus pizzas y empanadas. Cuando estas sentado allí, disfrutando de alguna velada, ves a los cadetes entrar y salir cada dos por tres. Todos en el barrio ya sabemos de la calidad de sus comidas. En una época venía gente de todos lados. Es que Cacique Bar se había convertido en un punto neural para armar la previa de las salidas. Las bebidas eran baratas, estaban todos allí reunidos, la música era excelente(tanto que el noventa por ciento de las veces se armaba cachengue), y por sobre todo que Pablo, el dueño, era y es un plato. En Cacique todo está permitido, nadie te va a mirar mal si caes de ojotas y traje de baño a comer una pizza, y hasta capáz que Pablo se te acerca y se sienta en tu mesa para saber cómo andás. Esa sensación de calidez de su dueño, es lo que hace que sigamos eligiendo este bar para llevar hoy a nuestras familias, o amigos que no son de la zona a tomar y comer algo.
Guillermo F.
Rating des Ortes: 5 Rosario, Argentina
Estaba sentado en la parada del colectivo y solo veía motos saliendo de este local con pizzas, empanadas y un aroma que creí me iba a desmayar del hambre mientas esperaba. Me llamo la atención las veces que llegaban las cuatro motos y la velocidad con la que volvían a salir. No pude más, llame a mi novia y le indique donde la esperaba, me dijo que cene tranquilo… y claro, el trayecto es largo. Y me decidí, pero antes, siempre uno tiene sus recursos y mis 3 amigos más cercanos se presentaron rápidamente. El local es enorme, hace esquina en uno de los lugares más concurridos del barrio. Por dentro mejor ni explico, porque está literalmente desarmado, es gigante pero no sé porque no hay nada. Imagino que para ahorrar en aire acondicionado. Pero al ir al baño, descubrí el secreto. A pesar de ser un local que tranquilamente podría pertenecer a una cadena de marca a todo bombo, es un negocio familiar. De todas formas, tiene una terraza limpia y amplia semi ajardinada con música tranqui que te permite disfrutar del manjar de pizza. Y seguían entrando y saliendo con torres de pedidos los repartidores. Las pizzas rellenas son increíbles!, abundantes y riquísimas. También tienen pizzanesas tan de moda para compartir, empanadas, hamburguesas, lomitos, supremas, empanadas y picadas. La oferta cervecera no es muy amplia pero está bien, nada que objetar. Mi novia se pondrá contenta, estamos a punto de convertir en clásico este encuentro pizzero.