Capote

El lugar es aceptable, pero le queda mucho, quizás demasiado, por mejorar.
Lo mejor: cerveza en el frío exacto.

Descubrí este bar hace poco. Tuve unas reuniones de trabajo y me convocaron ahí, en medio de un barrio tranquila, a media cuadra del club El Tala. El bar es pequeño pero acogedor, muy hogareño, y los chicos que lo atienden (por lo menos a la mañana y mediodía) son muy atentos y simpáticos. Hay tres espacios para acomodarse: las mesitas de la vereda (que es ancha y tiene algunos árboles jóvenes), la planta baja y un primer piso que sólo abre al público cuando hay suficiente cantidad de mozos y que es ideal para hacer reuniones de trabajo. El lugar está todo decorado en maderas oscuras: las mesas y sillas, las escaleras, los cuadros y estanterías de la pared, la barra, las puertas, dandole un estilo sofisticado y pintoresco, como fuera de esta época.
El bar abre temprano y está abierto hasta la noche. Tienen menúes para almorzar que rondan los $ 70 y que incluyen postre o café, y la comida es muy rica. Tienen variedad de bebidas para tomar en gaseosas y tés (amo que tengan H2O, que no en todos lados tienen) pero algunos dicen que la cafetería no es muy rica, yo no sabría decirlo.
El lugar es tranquilo. Para trabajar, tienen wifi y algunas mesas son redondas y amplias y entran 6 o 7 personas sentadas cómodamente con sus compus y agendas en mano. Realmente un gran descubrimiento.