Detesto que sea mediodía, salir de mi clase de danza, caminar dos cuadras para ir a tomar el colectivo para volver a mi casa y cuando paso por la puerta de Cenizas Quedan querer llorar del antojo que me dan los aromas a comidas que salen de adentro. Alguna vez me llegó justo a tiempo el mensaje de mi papá «compren algo para almorzar» y entonces entré y compré comida ahí porque ¿dónde sino? Tienen mucha variedad de platos: carnes a la parrilla, tartas de diferentes tipos(riquísimas las de jamón y queso) y empanadas(¡de verdura, recomendadas!), pizzas, papas, algunas ensaladas. Además tienen pollo al spiedo, que ya casi no se ve en ningún lado. Los precios son muy accesibles y hacen reparto a domicilio y si hacés como yo, que voy de pasada a comprar, te preguntan si querés que te lo calientan; sólo tardan un minuto. Diez puntos todo.
Nicolás S.
Rating des Ortes: 4 Rosario, Argentina
Cada vez que mis recuerdos(de hace poco) se dirigen hacia la zona rosarina próxima a Barrio Martín(en este caso a Maipú y 9 de Julio), se me viene a los pensamientos las pizzas que pedíamos a Cenizas Quedan. Como nombre de negocio, puede que quede un poco a tras mano… «Che, pidamos algo para comer a Cenizas Quedan»…no causa mucha gracia. Pero toda conjetura de nombres raros se dejan de lado cuando te llega la pizza a tu domicilio, o si la vas a buscar, da igual, la cuestión es que abrís la caja y si no tenías mucho hambre, el olor te hace convertir en un caníbal capaz de comerte, como María Chuzena, la pizza tuya y la pizza ajena. Y después no venga sa decir que no te lo advertí, como decía mi abuelo, estas porciones de pizzas con«una llama a la otra»(el dicho es medio vulgar, pero el amor que me quedó por mi abuelo, que hace años que no veo, es lo mejor que guardo en mi corazón). No quiero distraerlos con falsas expectativas, sino decirles que si están por el macro centro, y quieren pedir una pizza a Cenizas Quedan, de Maipú 1401, lo hagan sin el menor reparo. No van a arrepentirse.