Edificio Altamira

El edificio Altamira está ahí escondido en un rincón de la calle San Luis, casi donde termina la misma. Este es una de las tantas obras que desparramó Rafael Iglesia por Rosario.
Particularmente me gusta el edificio, aunque soy de los que cree que los edificios no son la respuesta, y arruinan mucho la ciudad oscureciendo la calle, tapando el sol y otras cosas, así que se podría decir que odio los edificios por ello. Pero estéticamente hay construcciones como estas que de verdad cambian la forma de ver a estas estructuras edilicias. La verdad que la obra de Rafael Iglesia, la cual me parece muy interesante, me encanta tanto en diseño como su fachada con todas las marcas del hormigonado, un material que siempre me gusto estéticamente en los nuevos edificios, y las ventanas escalonadas con la vista del balcón. Ojala todos los edificios de la ciudad fueran así y no como las construcciones pedorras de hoy en día.
Una obra excelente para visitar, sobre todo para quienes admiran y siguen a este reconocido arquitecto, quien plasmó otras obras muy interesantes en la ciudad.

Ay, la obra maestra de El Rafa…
Puede que la mayoría de los rosarinos no lo sepan, pero este edificio por su complejidad estructural y espacial está premiado en todo el mundo y es muy reconocido por las instituciones de arquitectura, es de un arquitecto local que es referente número 1 en la materia en Latinoamérica, todos lo amamos mucho.
Quiero contarles que la primera vez que entré hará unos años iba a una reunión, pensando que quizás era el primer paso de una prometedora como Le Corbusierito, salí re borracho todo manchado con vino tinto, fueron mis primeros pasos como el Sid Vicious que terminaré siendo cuando cumpla 27 y llegue a las tapas de los diarios por noticias poco felices.
El edificio: Una belleza tremenda, un sistema de vigas enormes se apoyan y no entendés bien como pero en las esquinas dejan un espacio sin tocarse que tensiona la sensación de estabilidad, le hace juego a la gravedad con mucha sutileza y pureza.
Por dentro los espacios son abiertos casi únicos, separando el servicio por un balcón/​terracita/​patiecito, el baño parece escenográfico y bellísimo, y la vista es amplia y agradable.
Todos amamos a Rafa.

Fan de este edificio y fan de su autor, Rafael Iglesia. Fue pensado y proyectado como edificios de propiedad horizontal para viviendas, pero debido al código y la ordenanza municipal no pudo ser habilitado, es por eso que su uso tuvo que ser cambiado para albergar oficinas.
Es una obra emblemática, sí, y está ubicada en Rosario. Es algo para festejar obvio. Es considerada una de las mejoras obras arquitectónicas de la Argentina de los últimos años, en el siglo XXI podríamos decir. Lo novedoso del edificio es la manera en se fue conformando como piezas de encastre, donde las vigas sirven de muro y los muros son vigas y todo se apoya al mejor estilo tetris. Un desarrollo arquitectónico en lo espacial e ingenieril en la resolución técnica que da placer de ver y contemplar una y otra vez.
Claramente es una obra arquitectónica parlante, toda obra lo es, pero ésta en especial comunica algo que pocas pueden lograr. Su belleza, su simpleza y su resolución hacen de la obra algo admirable. El retroceso de los balcones, el juego de planos, los llenos y vacios y los paramentos blancos. A simple vista el edificio sólo se lee como vigas apiladas, pero está mas que claro que es mucho más que eso. Todos deberíamos aprender algo de el edificio, el autor y su contexto.
Pasen y vean, no se van a arrepentir.

Este edificio forma parte de mi día a día, porque paso siempre de camino a la facultad, y siempre aunque sea de reojo lo observo desde el colectivo. Incluso antes de empezar a estudiar arquitectura, llamaba mi atención. Un poco más instruida, supe que fue proyectado por el talentoso arquitecto rosarino Rafael Iglesia, un profesional reconocido tanto en el país como en el exterior.
Y creo que la diferencia que marcan los edificios como éste, que acusan una buena arquitectura, es esa capacidad que tienen de sorprendernos, de provocarte algún tipo de sensación, de conmover. Y por lo menos a mí, éste edificio me produce eso.
Si hay una constante que caracteriza a las obras de éste arquitecto, es la búsqueda constante de trabajar con el peso de los materiales, con el equilibrio, haciendo del problema la solución. Ésto se traduce en la unidad formal que logra, en cómo todos los elementos pierden su individualidad para formar parte del conjunto, logrando unidad: vigas y paredes se entremezclan, uno pierde la noción de qué es cada cosa.
Si la bajada de calle San Luis, desde 1° de Mayo hacia Alem ya constituía una situación urbana placentera, creo que éste edificio le sumó un plus, un acierto a la calidad urbana y arquitectónica de la zona.

Este edificio fue proyectado por el gran arquitecto Rafael Iglesia, originalmente fue diseñado para el uso de vivienda privada, pero debido a las normativas edilicias no pudo ser habilitado apara tal finalidad y hoy en día funciona como un edificio de oficinas.
Como la gran mayoria de las obras de Rafael, este edificio, hoy considerado unos de los mejores en ultimos 10 años, corona su búsqueda de una arquitectura codificada, donde todos sus elementos funcionan como las piezas de ajedrez: tienen una naturaleza interna o propiedades intrínsecas que las hacen ser lo que son. Así, una ventana es siempre una ventana, una puerta es una puerta, una viga, una viga, y esto se demostró con cada componente. Ellas diseñaron las funciones y los movimientos. Cada una de ellas es un sujeto de la enunciación con un significado relativo, los significados relativos se combinan en un sujeto de enunciación.
En una entrevista que lei sobre este edificio, el Arq. Rafael Iglesia menciona que en su edificio, lo que intento demostrar son sólo las vigas, tratadas como simples unidades cuya función es anónima, colectiva y de una tercera persona, como las piezas de Go.
Cada vez que paso por su frente no dejo de contemplarlo, es una hermosa obra en funcionamiento.