El almacén de Daniel

Me vine a visitar a una amiga, Agus, y tomar unos mates y hablar un rato de la vida. De hecho todavía estamos haciendo eso un poco. La cuestión es que después de un rato de ponernos al día, en seguida queremos mate. Y con el mate, algo para picar. Así que nos fuimos a la dietética que nos queda más cerca, en este caso, El Almacén de Daniel.
Tienen todo tipo de productos deliciosos. A mí me habían atacado las ganas de arrasar con todo lo dulce. Tienen bocaditos, alfajores, galletitas. En una canasta bien a la vista (es lo primero que uno ve cuando entra) hay galletitas de distintos sabores, como coco y avena, chía y limón, pepas con membrillo, miel, pasas y avena, etc. Trajimos un paquete de pepas y otro de chía y limón, Riquísimo! Cada paquete costaba entre 10 y quince pesos. El de pepas por ejemplo salió $ 9, pero eran pocas; el de chía y limón $ 12, pero eran más galletitas.
El local está muy bien organizado, en una canasta las galletitas, en otra especias, en otra parte había frutos secos o deshhidratados, en otro sector harinas integrales o de distintos granos, en otra parte semillas, y así. Mucha variedad de productos y muy bien organizados (a veces me pasa en una dietética que es tanta la variedad de productos y están tan desorganizados que no termino nunca de ver bien qué tienen).
Otra cosa buena que tiene es que está bien ambientado, tienen la típica lámpara de sal, en un rincón una pequeña fuente con agua y la música es relajante también. El lugar está atendido por Daniel, su dueño, que es de lo más atento y cordial que puede haber. Me encantó y por eso la recomiendo, seguramente volveré en otras tardes de mate en lo de Agus.

¿Les comenté alguna vez que no me caen demasiado bien los vegetarianos y/​o veganos? Pero no todos, eh. Me jode mucho, pero muchísimo que tengan la necesidad de mostrar todo el tiempo que no comen carne y que los que sí lo hacemos no somos más que un inmenso grupo de asesinos sin alma ni corazón.Ya de por sí es de mal gusto que suban fotos de comida todo el tiempo a Facebook o Twitter. Si encima lo hacés para insultar a otro que tiene una opinión distinta a la tuya, peor. Para colmo se paran a veces en plena Peatonal Córdoba repartiendo carteles y stickers tildando de «asesinos» a todo el que pasa por ahí.
No está mal que seas vegano o vegana, pero tratá de respetar la opinión de los demás, como los demás respetan la tuya y no andan diciéndote todo el tiempo que sos un nabo que se cree por fuera del mercado y en realidad no hace más que consumir un mercado paralelo y exclusivo que fue pensado para ellos y que sigue enriqueciendo a los mismos de siempre.
En fin, si sos vegetariano este es un gran lugar. Atienden bien, la comida no es cara y es bastante sabrosa y abudante. De hecho, es una de las más recomendadas entre el círculo vegano y vegetariano de la ciudad. Además de comidas, venden suplementos naturales y bebidas de todo tipo para la gente que realiza ejercicio de forma constante.
Recomendado, tanto para veganos y vegetarianos como para aquellos y aquellas que quieran probar un poco de comida natural.