El Terruño

Que lugar más extraño, toda la vida pasé por esta cuadra, en colectivo, en bicicleta, en taxi o caminando, es una esquina conocida, una imagen grabada por sus colores, su nombre.
El terruño vende cuadros y marcos de todo tipo. Tienen en su stock láminas, fotografías, afiches, imágenes en diferentes materiales, espejos y muebles pequeños, antiguos.
Es como decirte un clásico del centro, un lugar de estilo bien viejo, como con onda a compra venta y canje.
Trabajan realmente bien, hacen muchas cosas a medida lo cual es un dato importante cuando uno necesita adquirir esta clase de producto. Mi madre e pintora así que ha comprado varias cosas allí, por lo visto el sitio no está nada mal.

Confieso que me encanta recibir regalos, y si los que me conocen, saben que lo que más aprecio son los regalos que tienen que ver con la decoración de mi casa. Considero que el buen gusto en la decoración del hogar propio, dice mucho de la o las personas que lo habitan. En mi penúltimo cumpleaños, las amigas de mi círculo íntimo, que son las que más conocen mis gustos, me sorprendieron con un regalo de El Terruño. Sin que yo me enterara para qué, las chicas me habían pedido algunas fotos, disimulando motivos, y en verdad lo que realmente ocultaban era que ESTABAN ARMANDO UN HERMOSO COLLAGE con todos los años y anécdotas vividas juntas para mandarlas a enmarcar en este local. La verdad, quedé perpleja por la calidad del regalo, más allá de las fotos que eligieron, que eran muy significativas, soy muy observadora de las cuestiones artísticas que siempre me tienen a bien traer, y en El Terruño, un lugar que, hasta ese día, desconocía, se ve que trabajan con toda la dedicación que merecen los marcos que venden. Está ubicado en calle San Juan 801, una esquina del macro centro, así que si andás por ahí, te recomiendo que al menos te detengas a mirar sus vidrieras. ¡Increíbles trabajos realizan!

Desde hace más o menos diez años conozco este local de El Terruño, por esas casualidades de la vida. Tenía un amigo que trabajaba allí, bah, no era un amigo, ¡más que amigo era un concuñado! ¡Ajajajaja! Siempre me invitaba al local a ver los trabajos artesanales, artísticos que hacía, con sus propias manos hacía marcos, cuadros y todo lo relacionado a lo que venden en El Terruño, pasaba por el ojo artístico de él. Con esta suerte de conocimiento familiar por el que atravesábamos en aquella época, en un cumpleaños mío me regaló uno de los que venden allí y que yo ya le había dicho lo mucho que me gustaba. Se portó como un amigo realmente, y desde esa vez empezamos a hacernos más compinches, y a tener más relaciones, salíamos los 4 a tomar algo, y esas cosas que no vienen al caso… ¡porque estaba hablando de El Terruño! Lo que sí puedo afirmar, es que la política de precios condicionada por el dueño del local, como es debido, era bastante alta, resultaba oneroso pero realmente valían (y valen) la pena, porque manejan productos de muchísima calidad en este comercio rosarino. Si pasan por San Juan 801, y hay una bici cross en la puerta, es de mi amigo, pasen y pregunten por él, porque yo no lo crucé más hace años. ¡Je!

El Terruño es una casa de marcos. Enmarcan todo tipo de láminas, afiches, cuadros, fotografías, lo que se nos ocurra. No solo se dedican a enmarcar sino también venden láminas, algunas pinturas, porta retratos, a veces he visto espejos y hasta algún que otro mueble.
La atención es amable pero a mi gusto no son tan prolijos como deberían y los precios están altos. De todas maneras trabajan de forma muy responsable y en el tiempo que nos prometen el trabajo, el trabajo se realiza.
Quizá yo tuve una mala experiencia con un marco, el paspartú estaba marcado con dedos. Seguro les paso esta única vez, son realmente buena onda y yo estuve mal porque no me animé a hacerles un reclamo. Por eso mismo, lo recomiendo y seguro no se van a quedar con el sabor amargo que yo me quedé.