Higa

El HIGA de Pellegrini es enorme. Parece un bosque impenetrable en el medio de la ciudad si pasás distraído. Pero a la vez no tanto, pero porque ya todos sabemos que está ahí. Es muyy tradicional.
¿Te mudaste y necesitás tierra para el potus que te regaló tu mamá?, ¿El perro tumbó una maceta y la querés reponer antes de que se entere tu familia?, ¿Tenés un jardín enorme y lo querés decorar con enanos de yeso y flamencos? o solamente te gustan los platines de flores de colores tanto como a mi?, bueno, este es tu lugar. Porque todo lo necesario desde un cactus bebe, hasta fertilizante para los jardines de Maria Antonieta, LO TIENEN.
Mi mamá es muy fan de los jazmines así que soy socia vitalicia de HIGA. Dos veces al año le compro un jazmín y los diseminamos por la casa. Además, madre compra esas maderitas para poner en las macetas para «decorar» o también esas piedritas de ladrillos.
Lo que busques. Lo tenés. No busques más. Eso sí, prepará tu billetera, porque ahí dejás un dineral.

Que gran lugar que es Higa. Un invernadero y pulmón de esta calidad que funcione por Avenida Pellegrini es algo para festejar. Tienen todo tipo de plantas, al entrar ya se siente el elixir aromático que desprende toda la vegetación. El patio central es algo muy lindo de presenciar. Da ganas de llevarse todo.
La variedad que manejan es muy amplia, todo en perfecto estado, muy prolijo y cuidado. La atención es impecable, siempre con las palabras justas, buena onda y justas recomendaciones. Tienen todo tipo de plantas aromáticas, árboles frutales, cactus, bonsáis, mucho de todo.
Los precios son realmente sorprendentes, el bolsillo la banca bien. Los plantines muy económicos, todo muy bien presentado, pintoresco.
Higa presenta una gran oportunidad para animarse al mundo de las plantas, se encuentra lo que se busca. Sus empleados siempre explican todo con lujo de detalle. No hay que perder esta gran oportunidad para visitar esta cadena de viveros que tan bien le hacen a la ciudad.
También tiene un local por calle San Martín entre Mendoza y San Juan, y otro por Pellegrini al 5800.

Mi abuela me traía a pasear aca HIGA desde que tenia 4 años, que lindo lugar entre tanto asfalto que tiene el centro de la ciudad.
Mucho verde llama la atención y por mas que no compres te dan ganas de entrar para ver de que se trata. Tiene precios muy buenos y podes encontrar macetas, plantas, arboles, figuras de material para adornar jardines, plantines, cactus, bonzai, de todo.
Una vez que exploras las plantas de exterior te vas a la parte de adentro, donde estan las plantas de interior y todos los demás insumos. Podes explorar con tada libertad e irte sin problemas, por lo general se te acercan los empleados a ofrecerte su ayuda pero te dejan que te tomes tu tiempo para mirar. Casi todos los plantines, flores y macetas tiene un cartelito con el nombre y el precio.
Podes encontrar hermosos plantines de flores desde aproximadamente 5 pesos, eso es peor, por lo menos para mi, me quiero llevar todas!
Tengo un temita con las plantas porque no me duran nada, me olvido de ellas, no les hablo y me abandonan. Igual estoy tratando de cambiarlo, hace poco compre una planta de interior en HIGA y sigue en pie, que no es poco.
Adoro las casas con mucho verde, voy a seguir tratando llenar mi casa de plantitas pero mientras tanto compre unas cortinas verdes que quedan fantasticas.

Verde que te quiero verde, en Higa está todo para el jardín y la huerta. Conozco el lugar desde chiquita porque vivía por el barrio y era nuestro lugar de referencia para estas cuestiones. Mi familia siempre tuvo pequeños balcones así que íbamos en búsquedas de plantines y semillas para decorarlo. Luego llegaron mis terrazas y seguí yendo porque es un local en el que me siento muy cómoda.
Algunas veces sólo entraba para pasear y relajarme porque al ingresar es como que cambiás de registro, te olvidás del tránsito y disfrutás del jardín en venta.
Hay muchas variedades de plantas y de tamaños. Se pueden encontrar con flores, carnosas, aromáticas, hierbas, de todo un poco. También venden bonsai y cactus.
Además de las plantas ya crecidas se pueden adquirir variedad de semillas y artículos para jardinería. Hay tierra, palas, macetas, adornos, etc.
El sistema es de autoservice y cualquier cosa que necesites se puede recurrir a los empleados que son amables. Incluso, como yo no entiendo nada, han tenido la paciencia para recomendame qué llevar de acuerdo al sol o la sombra de mi terraza.
Los costos son más o menos como en otros viveros y aceptan tarjetas.

Me gusta cocinar. En casa solo tengo un balcón chico. Quisiera tener mi propia huerta, pero solo puedo tener algunos platines con hierbas aromáticas. Fui a Higa y encontré todo lo que buscaba… y mas.
Compre plantas para condimentar, como albahaca, perejil, romero, orégano etc. Y me lleve también tomates cherry y ají picante.
Tienen un amplio lugar con plantas en el exterior y otro para interior. Tienen todo tipo de flores y arboles frutales: cactus y suculentas (las plantas del momento) enredaderas, panes de césped, bonsái, macetas, fertilizantes y todo lo que se te ocurra para la jardinería.
Ademas todos los empleados te atienden de primera, te asesoran y dan sugerencias. Yo, por ejemplo pregunte sobre el riego y supieron contestarme lo que necesitaba.
Sin querer me entere que existían las «kokedama», algo de lo que no tenia ni idea. Son bolas de musgo que sostienen plantas florales y son decorativas. Es una técnica japonesa moderna y una alternativa mas sencilla que el bonsai. «Dame esta! Se la llevo a mi mamá,» dije.