Librería La Maga

Esta librería tiene tanto de misterio, de poesía y narrativa que al pasar por la vereda quedás cautivada. No sé, de dónde viene esa magia, ya que no es una gran cadena comercial de libros, donde en la vidriera figuran los best sellers, sino que sería una especie de almacén de libros, donde se sigue anotando con lápiz el precio de cada libro en la primer hoja, porque pasea un gato entre los estantes, y su vendedor cierra unos minutos a mitad de la tarde dejando su cartelito para que vuelvas en media hora.
No sé si estos detalles constituyen la mística de esta librería, pero lo único que sé, es que te cautiva su nombre «La Maga», personaje romántico y dramático de Cortázar, donde en Rayuela Horacio estaba enamorado de ella, y tal vez, en Rosario, haya un lector profundamente encantado con este personaje, y que algún día y vaya a saber por qué, eligió bautizar su negocio y su trabajo con este nombre cortito, de cuatro letras, pero largamente recordado.

Me enamoré en la adolescencia de Cortázar y con él de La Maga. Será por eso que para mi esta librería tiene algo importante. Será que lleva este nombre que me conmueve y despierta tantas cosas en mi.
Es un camino obligado que tengo hasta mi casa y cada vez que paso por allí siempre miro, pispeo un poco su vidriera y entro, aunque no compre nada, sólo por placer.
Te atiende su dueño y con él su gato, que se pasea muy tranquilo entre policiales y poesía, entre filosofía y humor.
Acá vas a encontrar libros interesantes, que ocupan mesas, exhibidores y estantes que llegan al techo. Así de poblada está La Maga. Y cuando pensás que en este infinito de libros no está el que buscás, aparece su dueño, que lo trae entre sus manos.
Será que La Maga tiene algo, te hechiza y ya está. el conjuro fue hecho, un poco te seduce, otro poco te enamora y el romance queda sellado.