Lúcuma Bar

Fui anoche con mi pareja!!! El lugar hermoso ! Muy tranquilo. el patio delantero imperdible. la comida rica y los precios accesibles. la onda del personal buenisimo!!! Muyyyy recomendable si te gusta la onda tranquila. me sentí en el patio de mi casa !¡

Había escuchado hablar de este lugar y le tenía ganas hacía tiempo. Y una noche medio melancólica y bastante tormentosa, estábamos con una amiga tomando algo en casa y dijimos, vamos a conocer.
Llegamos un poco tarde, por lo que el recital que había más temprano ya había terminado. Sí había una chica festejando su cumpleaños, por lo que los mozos estaban un poco ocupados.
El lugar es físicamente divino, con una decoración que da la impresión de que se va armando con cada artista que pasa (hay fotos enmarcadas, cuadros de distintos estilos en sus paredes).
Tomamos unos tragos que estaban muy buenos: Campari orange y mojito. Charlamos un rato y lo que más me llamó la atención del lugar fue la diversa concurrencia. Gente que no había visto jamás en la vida (Rosario no es tan grande, alguna gente te la cruzás cada tanto aunque no la conozcas por nombre y apellido).
Tiene una pequeña antesala que los fumadores podemos usar para no tener que salir al palier. Eso es bueno.
Por último, mientras estábamos ahí se largó una tormenta tremenda y empezó a diluviar. Pero por suerte, estábamos frente a la estación Trebejo (
) y conseguimos taxi en un ¡zaz!

Conocí Lúcuma en el cumpleaños de la amiga de una amiga. Fuimos después de comer y estuvimos en unas mesas adentro. No conocía mucha gente entonces de a ratos me concentraba en investigar la decoración que tanto llama la atención.
Ese día había en las paredes restos de una muestra de fotografía que había sucedido antes. Las cumpleañeras nos contaron también que tempreno hubo una pesentación de un libro. El lugar es una gran casa reciclada: paredes altas y de ladrillos vistos, espacios muy grandes, el sueño de cualquiera. Todo decorado con buen gusto y prestando atención a los detalles creando un espacio con gran personalidad.
Después empezó la música y algunos, un poco temerosos al principio pero envalentonados por alguna que otra cerveza se animaron a iniciar el baile.
Otro día fui más temprano a comer con unos amigos y disfrutamos del patio bajo el gran árbol mientras se escuchaban los acordes de la guitarra que sonaba adentro.
Los mozos tienen tanta onda como el lugar, un poco colgados tal vez, pero en un ambiente tan relajado uno tiene buen humor y no le molestan ese tipo de cosas.
Escribir esta reseña me dio ganas de volver a ir pronto ya que no siempre entra en el radar de lugares por Pellegrini o Pichincha, pero hay que tenerlo en cuenta.

Fanáticos Spinettianos de la ciudad, tienen que saber que hay un bar de Rosario donde se consigue Jugo de Lúcuma!
Por calle Zeballos, en una vivienda que estuvo durante muchos años desocupada, los chicos Lúcuma crearon un ambiente increíble y convirtieron un espacio casi abandonado, en un hermoso lugar para ir a tomar algo, comer o disfrutar de los espectáculos.
Excelente para aprovechar en verano, el bar tiene un frente con mesas afuera, plantas y árboles donde se puede respirar aire fresco sin alejarse del centro de la ciudad.
Adentro tiene dos inmensos salones, donde se pueden ver muestras de pintura y fotos o asistir a alguna presentación de libros, recitales y fiestas.
Las intervenciones artísticas en las paredes, la variada carta de tragos y la buena onda de la gente que trabaja lo convirtieron en uno de esos lugares donde sabés que la vas a pasar bien.

Lúcuma es uno de esos bares que poco a poco se abren camino en la ciudad, y para bien. La primera vez que fui me pareció muy interesante el patio que da a la calle, con un enorme árbol iluminado que de noche no pasa desapercibido. Se trata de una casa antigua, acondicionada y la verdad hay que felicitar a los hacedores de esa tarea, porque lograron unos espacios muy cálidos, rescatando la belleza de la casona. Entre otras cosas los murales, las ventanas con vidrios coloreados, el cielorraso de bóvedillas de ladrillo visto, los cuadros y la iluminación intencionada, la carta de tragos y comidas, le dan a uno la sensación que se pensó en todos los detalles y eso marca la diferencia con otros lugares.
Tienen una carta de tragos muy completa y que tienta a más de uno.
Es muy interesante la actividad cultural que propone el espacio, dando lugar a recitales, presentaciones de libros, muestras de arte, talleres de stand-​up, cursos de coctelería, encuentros de músicos…
Depende la actividad puede que se preste para bailar o no.

Lúcuma es un bar que abrió sus puertas hace dos años y se instaló rápidamente en la zona centro de la ciudad.
Es una casa antigua muy grande, reciclada, con un frente amplio con patio. Al entrar se pueden ver plantas y algunas mesas. El interior del bar también es muy amplio, son dos salones, uno con la barra y una parte que se usa a modo de escenario y la otra sólo mesas. Los baños están hechos nuevos y se mantienen higienizados.
Es una espacio donde se suelen hacer recitales, presentaciones de libros, muestras. En lo musical tiene una fuerte inclinación por el folclore o la música popular.
La bebida es variada, hay cerveza artesanal y una atractiva carta de tragos.
Me parece que es un buen bar para ir en grupo a charlar y pasarla bien o en pareja para una noche tranquila. No se baila ni la música está muy fuerte, así que es un espacio genial para interactuar.
Tiene una onda relajada, la gente va con amigos a encontrarse, charlar. El diseño del lugar se destaca por sus combinaciones, sus colores tierra, la madera y el ladrillo, está muy bien puesto.