Marty Party(nombrada en honor a la cebra copada de Madagascar) es una tienda chiquita que tiene todo, absolutamente todo, lo que podés necesitar para organizar el cumpleaños de tu criatura. Un cruce de Cotillón González y una gran casa de repostería, pero en tamaño mini. Como buena persona golosa que soy, cuando voy me quiero llevar todo: desde los pirotines de colores para hacer muffins(para qué, si yo no cocino, es un misterio) hasta los chips de chocolate. Tienen polvo para preparar lo que quieras: muffins(¡eso necesito!), mouse de chocolate negro, mousse de chocolate blanco, mousse de limón. obleas para hacer bombones, grana de todos los colores, chocolate para cobertura, confites de todo tipo, esas bolitas plateadas totalmente incomibles que nuestras mamás les ponían a las tortas y las tintes naturales para teñir la pasta Anastasia(siempre va a ser«pasta anastasia» para mí, aunque sea el nombre de una marca)… Además para cumpleaños hay cotillón e insumos temáticos con motivos de películas de Disney, Barbie, Princesas, y esos dibujitos modernos y horribles que miran los chicos ahora, que incluyen desde las tarjetitas de invitación hasta los manteles y los banderines para colgar en las paredes. En Navidad tenían los típicos gorros de Papá Noël y para los festejos de los más grandes hay antifaces, espuma, gorros, collares. También tienen disfraces para niños, escarapelas y elementos de librería(siempre hay un chico que te dice«má no tengo mapa fisico-político de Argentina ¡y era para hoy!»). A mi me gusta porque a pesar de ser pequeño tiene de todo y porque la atención es personalizada, mano a mano con quien te atiende. El negocio es familiar y está atendido por los miembros de la familia propietaria, que además de ofrecerte sus productos charlan con vos un rato si andás conversador. Tienen página de Facebook(Marty Madagascar) y si estás buscando presupuesto, les mandás por mensaje privado lo que querés y ellos te lo pasan. Dato para tener en cuenta: también venden figuras para decorar tortas, tanto de porcelana fría como láminas comestibles; si la que buscás no la tienen en exhibición, la podés encargar y te la hacen a pedido.