SpeakEasy

Es el 2do SpeakEasy al que voy. Siempre es muy bueno el ambiente y la gente se presta a vivir una experiencia distinta. Saber que vas a comer en un resto que se armó ese día y se desarma al siguiente te da una sensación de vivir la exclusividad de un momento único. La amenización que propone la banda de cuerdas con temas folk y de película la verdad que es excelente. Voy a describir más este evento último pero la idea es que siempre te vas a encontrar con buena comida y bebida y vas a pasar una noche genial.
Lo primero que notas es que estas entrando a un mundo artístico surrealista. Llegamos a una casa antigua con escaleras de un montón de escalones que te llevan al primer piso, donde pasa la acción. Tenía las paredes pintadas a cuadros blancos y negros con action painting de colores. Cuando llegas arriba hay dos puertas, pero nos dijeron la blanca que lleva al salón donde se ve cómo están armadas las mesas. Móviles de metal colgando por toda la habitación, la dueña los acomodaba según la necesidad de los comensales. Botellas de vidrio de colores decoran las paredes como si fuera un mural cristalino. Maniquies mutilados hacen de compañero de mesa o de pie de lámpara.
Hasta acá describí solamente el ambiente para que tengan esa sensación que tuvimos nosotros de estar fuera de la caja, en un espacio creativo de construcción.
Hablando de la comida y el servicio podríamos hacer hincapié en que la cocinera era amiga y sabíamos que íbamos a comer rico. Son tres platos más un paté de para picar que puede llenarte antes de tiempo. De entrada sopa de calabaza y zanahoria. Espesa, rica e ideal para el clima. Principal, cerdo (exquisito!) con papa rellena. Y de postre, una delicatessen. para los que no saben de términos gastronómicos vendría a ser una mousse de crema (con manteca) con manzanas en almíbar.
Tomamos cerveza toda la noche, pero bien podríamos haber pedido vino. Tiene buenas opciones de bebidas.
Después se organizó una fiesta aparte. Una vez terminada la cena el lugar quedaba a disposición de los que manejan un bar conocido de la ciudad. Se llenó, más de 100 personas (en la casa de la artista plástica que era anfitriona!).
Detalle no menor del loft, tenía una cama estilo de princesa que invitaba a tirarse de bomba para probarla!