Veneto

Si bien por suerte, no tengo que usar lentes recetados, he ido a Óptica Véneto en busca de lentes de sol y quedé contentísima. Si bien me resistí bastante a comprame, porque pensé que me iban a resultar incómodos, llegó un momento en que mis ojo me dijeron basta y tuve que acceder.
Como nunca me había comprado, estuve alrededor de dos horas divagando, viendo que modelo me gustaba, cuál me quedaba mejor si tenía que ser de pasta o esos modelos de aviador.
Y la verdad es que quedé sorprendida con la atención que me dieron. El muchacho que me atendió no paraba de sacar pares, de recomendarme aquel o tal lente. La verdad pocas veces me asistieron tan bien para hacer una compra. Incluso me regalaron el producto para limpiarlos y el estuche.
La verdad si querés que te asesoren sin mentirte y hacer una compra de la que no te vas a arrepentir, te recomiendo que no dudes y vayas a óptica Véneto.

Óptica Veneto comenzó aquí, en el corazón de Fisherton.
Es una óptica con todas las letras.
El grupo humano de especialistas que allí se desempeñan es de una calidez y un conocimiento de su trabajo fuera de lo común.
Amabilidad, profesionalidad y dominio de la materia es lo que los caracteriza.
Como bien dicen ellos, hacemos lo que nos gusta bajo parámetros de seriedad y conocimiento.
No hace mucho descubrí que son una de las tres ópticas que se dedican a los problemas de baja visión en maculopatias. Es de agradecer esta parte de la dedicación frente a una dolencia que cada vez más aparece en nuestras vidas y de poca solución.
Partir de su dominio en óptica, crecieron y abrieron una sucursal en barrio Echesortu donde atienden esta afección que antes les explicaba.
Son expertos a la hora de ayudaré a resolver la estética de tus lentes que a mí, personalmente, me cuesta.
También como servicios importantes para destacar, es su experiencia en audiología.
Los modelos de gafas de sol son muy variados, de marca y no es fácil elegir a la hora de comprar con la cantidad que puedes desear.
No dudes en llevar tu receta a esta óptica y dejarte asesorar en estas manos expertas.

Hace unos días, acompañe a una amiga a hacerse «los recetados» a la Veneto. Entramos y nos refrescó el aire acondicionado, y si bien yo estaba de acompañante, me alegré por ella cuando vi que había un modelo de gafas casi casi exactamente como los que ella quería. Bueno, en realidad, mi amiga no pedía nada del otro mundo: unos marcos negros de pasta medio cuadrados que le quedaron divinos.
Embriagada ante tantos lentes de sol colocados en esos exhibidorcitos giratorios, y con la posibilidad de tantos espejos a diestra y siniestra, me dejé llevar por la tentación y empecé a probarme.
No estoy muy al tanto de lo que se usa en estos días en materia de lentes. El óptico que nos atendió me informó que esos marcos rosas y aquellos estampados eran de la temporada. Y me hubiese seguido mostrando, porque tenía decenas de lentes de sol de temporada, pero como no pensaba comprar, al menos en ese momento, le agradecí pero no. Sin embargo, necesito lentes de sol, así que voy a volver a Veneto, no creo que elija un marco rosa, aunque nunca se sabe.